Por: Estudiantes que participan en el Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales y Planeta Político.

Coordinadores: Juan Cruz Caorsi, Hebe Lis Navarro y Josefina Frixione.

Colaboradores: Agustín Redondo, Aldanys García, Candela Cortés, Candela Gomez Abal, Catalina Guasch, Erik Rodríguez, Evangelina Serra, Gina Francini, Iñaki Aguero Clarembaux, Josefina Latorre, Juan Andrés Gonzalez, Nayre Arellano y Rafaela Monteleone.

 

Introducción

El presente informe parte de un interés conjunto de jóvenes de Argentina y Uruguay que indagan y estudian sobre política y relaciones internacionales, cuyo propósito actual es  entender las implicancias económicas, políticas y de la esfera de las relaciones internacionales, que la pandemia por coronavirus provoca en ambos países.

Argentina

A través de la coalición política electoral “Frente de todos”, el actual presidente Alberto Fernández ganó las elecciones generales en primera vuelta el 27 de octubre con el 48,24% de los votos y comenzó su mandato presidencial el 10 de diciembre de 2019.

En los primeros 90 días de gestión, las políticas dispuestas giraron en torno a las principales promesas de campaña. En el ámbito económico, se hizo hincapié en tomar medidas para aliviar los efectos de la crisis económica en los sectores más vulnerables, así como también renegociar la deuda externa contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la el gobierno anterior (Mauricio Macri 2015-2019), ante la imposibilidad de pago y el cambio de prioridades en la agenda del gobierno.

En el primer caso, se adoptaron políticas para disminuir el índice de inflación y se congelaron las tarifas de los servicios y de transporte inmediato. En el marco de emergencia económica declarada, se desarrolló el “Plan Argentina contra el Hambre” que refuerza las acciones del “Plan Nacional de Seguridad Alimentaria”, entre otras medidas incluyó la entrega de tarjetas alimentarias. También, se creó un impuesto “solidario” del 30% a los consumos que se realicen en el exterior, compra de pasajes y atesoramiento de divisas extranjeras.

En cuanto a la negociación con el FMI por el pago de la deuda, se hicieron avances en la reestructuración con acreedores privados en los Estados Unidos y acreedores locales, aunque esta renegociación aún se encuentra en proceso. Los registros indican que la deuda externa en el mes de febrero del corriente año fue de un valor bruto de 324.374 millones de dólares.

En el ámbito social, la principal promesa fue devolver el estatus de Ministerio a ciertas áreas que habían cambiado de su rango a Secretarías de Ciencia, Trabajo Y Salud, esto implicó la recuperación de sus presupuestos particulares y la reivindicación de estas áreas en el Estado.

La situación económica al momento en que asumió Alberto Fernández, y durante la aparición de la pandemia en el país, ya era crítica. Un indicador de la situación previa, es la inflación la cual alcanzó cifras de alrededor del 55,75% hasta febrero del 2020. Muchas Pequeñas y medianas empresas – PYMES (se estima que 21.500) cerraron durante el gobierno anterior, dejando sin empleo a una importante cifra (alrededor del 10% de la población argentina) de habitantes. La suba indiscriminada del dólar (actualmente 1 dólar estadounidense equivale a 64, 68 pesos argentinos) también contribuyó a que los precios aumenten y dificulte el acceso a los bienes de primera necesidad por parte de la población argentina. La pobreza aparece como efecto de todas estas causantes, se estima que desde el 2019 los valores de pobreza rondan entre un 35,4% a 40%.

Las reservas en el Banco Central – según su página oficial- desde noviembre del 2019 a marzo del 2020, indican que fueron variando de 43.292 a 44.791 millones de dólares. Con anterioridad a la pandemia, según los datos por el ministerio de economía, la recaudación tributaria del mes de febrero fue de 471.693,3 millones de pesos. En cuanto al PBI promedio por habitante, el mismo se registraba en Argentina al inicio del año corriente bajo un valor de 17.000 dólares anuales.

La OMS declaró la pandemia de coronavirus el día 11 de marzo de 2020. Antes de esa fecha, en el mismo mes, el Ministerio de Educación, en articulación con el Ministerio de Salud, dispuso reforzar las medidas preventivas instando a los establecimientos educativos a justificar inasistencias para aquellas personas que presenten síntomas compatibles con el COVID-19. También el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social dispuso una licencia excepcional tanto en el ámbito público como privado para aquellos trabajadores que hubiesen ingresado al país luego de transitar por zonas de circulación del COVID-19. Además, en febrero, Sanidad de Fronteras intensificó las medidas preventivas de evaluación y autoreporte con monitoreos adicionales para los vuelos provenientes de Italia y demás zonas afectadas por el nuevo coronavirus.

Uruguay

Tras 15 años de gobierno de la coalición política “Frente Amplio”, (dos gobiernos de Tabaré Vázquez 2005-2010 y 2015-2020, y uno de José Mujica 2010-2015), en Uruguay ganó la “Coalición Multicolor” liderada por el Partido Nacional que en las Elecciones de octubre obtuvo un 29% del electorado a su favor. En el Ballotage, el líder Blanco, Luis Lacalle Pou, apoyado por otros cuatro partidos políticos, se impuso con 1.189.313 votos a su adversario del Frente Amplio, Daniel Martínez, quien obtuvo 1.152.271 votos.

El nuevo gobierno asumió el pasado primero de marzo de 2020. Trece días después de la asunción del nuevo gobierno, el 13 de marzo, se detectó el primer caso de COVID-19 en territorio Uruguayo.

Al día en que este artículo es publicado hay  483 infectados, 248 de los infectados ya se recuperaron y hay 8 fallecidos; según el Ministerio de Salud Pública, al menos 44 contagios y un deceso se vinculan al mismo vector de infección. Una mujer que viajó a Milán y volvió en un vuelo al Aeropuerto de Carrasco. Esta persona, además asistió a un casamiento, sin antes realizar la cuarentena recomendada a pesar de presentar síntomas, y estuvo en contacto directo con al menos 500 personas y sin tomar las medidas necesarias.

Sin embargo, para la fecha muchos informaban que al llegar al aeropuerto de Carrasco existía una evidente falta de medidas y controles por parte de las autoridades uruguayas.

Actualmente, después de haberse comunicado la situación y de haberse instrumentado las medidas pertinente, el presidente Lacalle Pou cuenta con una aprobación del 65% de la población en su primer mes al mando y con su actuación ante la pandemia, según la encuestadora Equipos. Y pese a algunas discrepancias en cuanto a cómo abordar ciertos temas puntuales, la mayoría de las voces de los distintos partidos políticos entienden que es una cuestión de Estado, y que no es correcto hacer política partidaria en este momento.

En este breve análisis revisaremos los puntos de Uruguay en cuanto a la fase previa, las medidas políticas y sociales y su economía en materia del COVID-19.

Uruguay celebró sus elecciones nacionales en octubre del año pasado, cuyos resultados llevaron a una segunda vuelta celebrada en noviembre que dio por ganador Luis Lacalle Pou, líder del Partido Nacional y de la Coalición Multicolor, y que asumió como presidente de la República el 1ero de marzo de este año.

Los primeros casos de coronavirus reportados por China a la OMS datan de mediados de diciembre de 2019. En un principio fueron diagnosticados como casos de neumonía, seguido de una gran escalada de casos que llevó al país asiático, ya en enero, a decretar una alerta nacional y el cierre de la ciudad de Wuhan, que entró en un estado de cuarentena general. Los servicios médicos de esta ciudad no tardaron en colapsar. A pesar de la cuarentena en el epicentro de la enfermedad, para febrero el virus se había expandido por gran parte de Asia y Europa, afectando principalmente a Irán y Corea del Sur, entre otros en Asia y a España e Italia, que fueron los que más casos reportaron en Europa.

Con esta situación presente en febrero, el gobierno uruguayo, al mando de Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, envía a China insumos médicos donados por el Ministerio de Salud Pública, algunos gobiernos departamentales y empresas nacionales para ayudar a combatir la enfermedad, además de destacar como se venía combatiendo la enfermedad en el país asiático.

Internamente, en Uruguay no se llegó a tomar medidas de prevención, ni tampoco se establecieron procedimientos para aquellos que llegaban al país provenientes de zonas de riesgo como Europa o Asia.

El cambio de gobierno se dio el 1ero de marzo de este año, y se vio rodeado rápidamente en una situación compleja.

A los dos días de asumir el nuevo gobierno aparece el 1er caso de COVID-19 en la orilla vecina, unos días antes Brasil ya había tenido su primer caso también. Mientras el virus se esparcía en los demás países de América del Sur, Uruguay fue de los últimos en presentar casos, junto con Venezuela y Surinam. Cuando los casos se comenzaron a esparcir en el continente tampoco se instrumentaron medidas, ni para los residentes, ni para los que arribaban al país.

Esto último desencadenó lo que pasaría el 13 de marzo, día en que se anuncian los primeros 4 casos positivos de COVID-19 en el país. Todos llegaron de zonas de riesgo en Europa y al no exigirse el aislamiento de 15 días para quienes venían de dichos lugares estas terminaron contagiando a otras personas.

¿Cuáles fueron las medidas tomadas en cada país?

Argentina

Desde que el gobierno nacional decretó el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” para toda la población el pasado 20 de Marzo, se han tomado medidas clave para mitigar la crisis económica. El presidente Alberto Fernández expresó en una carta dirigida a todos los argentinos que las acciones tomadas para reducir el contagio son compatibles con el sostenimiento de la producción y la economía. Estimando el impacto de la emergencia sanitaria, se estableció un “Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción” con el objetivo de contener la caída de la actividad productiva que afecta de manera inmediata principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas; incluso también se creó un Fondo de Garantía para estas empresas y una prórroga de vencimientos de deudas. Las garantías otorgadas tienen como objetivo facilitar el repago de los préstamos para capital de trabajo, es decir, salarios, aportes y contribuciones patronales. También se adoptaron medidas para los trabajadores como la prohibición de despidos y suspensiones por 60 días. Sumado al congelamiento temporario de alquileres y suspensión de desalojos hasta el 30 de septiembre. La firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia por parte del presidente de la nación el día 12 de marzo amplió la Emergencia Sanitaria, incluyendo la designación del Ministerio de salud como autoridad de aplicación, a adquirir equipamiento, bienes y servicios, y adoptar las medidas de salud pública necesarias. Junto a la posterior aplicación del decreto de aislamiento social, en el cual se obliga a las personas que no pertenezcan a sectores de primera necesidad a permanecer en sus casas, resultaron en la coordinación de políticas del presidente Alberto Fernández, con el gobernador Axel Kicillof y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, provenientes de distintas líneas políticas. De igual forma hay que resaltar el manejo de recursos del Estado, como ha sido la cooperación entre el Ministerio de Salud, Seguridad Nacional y Ministerio del Interior, para garantizar el cumplimiento de las medidas de protección. Se dispuso que las fuerzas de seguridad actuarán para garantizar la circulación limitada, la provisión de alimentos y para vigilar el cumplimiento del distanciamiento social.

En cuanto al cumplimiento de las medidas de prevención dispuestas, el presidente de la Nación en uno de sus discursos se refirió a la cooperación que existe por parte de la población en su cumplimiento “(…) más del 90% de los argentinos han cumplido cabalmente con la cuarentena que nosotros dispusimos; se han quedado en sus casas y se han protegido; han protegido a sus hijos y han protegido a los adultos mayores, que son – precisamente – los que corren más riesgos entre nosotros”. En el 10% de población restante, están incluidas las fuerzas de seguridad, personal del sector salud y sanidad, los trabajadores del sector de alimentos y transporte, siendo un porcentaje muy bajo las personas que han incumplido estas medidas, dando a conocer el gran trabajo hecho por los argentinos para controlar la curva de contagios.

En este contexto de crisis, los principales contactos bilaterales que mantuvo el gobierno argentino con diferentes países de la región y el resto del mundo, así como en foros y organismos internacionales estuvieron permeadas por el objetivo de afrontar las consecuencias y los impactos mencionados.

El contacto con la República Popular de China permitió principalmente el abastecimiento de insumos sanitarios. En la visita que realizó el embajador chino, Zou Xiaoli a la quinta presidencial de Olivos  ofreció a brindar todo tipo de ayuda respecto a equipamientos y asistencia sanitaria para la Argentina. Durante la reunión, el diplomático de Beijing aseguró haber desarrollado un medicamento para tratar el virus. Según Xiaoli, este medicamento todavía debe ser sometido a ciertos testeos para verificar que funciona correctamente en humanos. Por su parte, El presidente de China, Xi Jinping, afirmó que coopera junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad internacional, con la mejor disposición de seguir garantizando la vida y la salud de los ciudadanos argentinos en China. Además expresó gran importancia al desarrollo de las  vinculaciones entre ambos estados. China mantiene relaciones bilaterales con gran parte del mundo pero divide a estas en niveles de acercamiento y cooperación. En el caso de las relaciones actuales de China y Argentina se encuentran en etapa de “asociación estratégica integral”. En Latinoamérica, sólo Brasil, México, Perú y Venezuela tienen este estamento. Pero la propuesta de Xi Jinping podría ser elevar este estatus actual a “asociación cooperativa estratégica” o “asociación de colaboración estratégica integral”, que implicaría mayores beneficios mutuos.

Marcando una diferencia en el vínculo con China, desde la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, se comentó que el gobierno estadounidense planeaba brindar asistencia y fondos a las autoridades argentinas y de hacer donaciones adicionales. Sin embargo, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, hasta ahora no recibió ofrecimiento alguno de la administración de Donald Trump en relación a una eventual ayuda de Estados Unidos a la Argentina para enfrentar el COVID-19.

Las relaciones con el Reino Unido están atravesadas por la cuestión de la disputa por la soberanía de Malvinas. La cancillería argentina se comunicó a través de Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur con el embajador Mark Kent, del Reino Unido, para hacerle saber que la República Argentina se encuentra a disposición para brindar ayuda sanitaria a los ciudadanos de las Islas Malvinas en relación a la crítica situación mundial debido al COVID-19. No obstante, las autoridades británicas de la isla no se mostraron interesadas en la ayuda al considerar que la misma tenía un contenido político. Ante la compleja situación propia del Reino Unido, Filmus aludió a que el gobierno argentino puede contribuir a los residentes de las Islas mediante alimentos frescos, insumos médicos o tests para la detección del virus Covid-19, “así como a disponer los medios para realizar vuelos humanitarios que sean necesarios y lugares de atención en centros médicos del territorio continental argentino”.

En el área de las relaciones multilaterales, Argentina tuvo un desempeño significativo en marcos de cooperación e integración regional así como en foros de discusión mundial.

Argentina decidió colaborar en el marco del MERCOSUR junto a los demás Estados miembros para reforzar la capacidad de detección del virus mediante el uso de tests. De este modo, los países miembros aportarán desde el Fondo de Convergencia Estructural (FOCEM) una suma de 16 millones de dólares a este proyecto llamado “Investigación, Educación y Biotecnología aplicadas a la Salud”.

En el marco Grupo de los 20 (G-20), durante una reunión virtual que tuvo como objetivo analizar los efectos del coronavirus,  el gobierno argentino propuso crear un “Fondo Global de Emergencia Humanitaria” y convocó a las principales economías que integran este espacio a configurar un “Pacto Global de Solidaridad Integral”. A su vez, cuestionó las políticas de algunos de los jefes de Estado allí presentes que priorizaron lo económico a la protección contra la pandemia.

Este objetivo fue reiterado en la cumbre virtual del Grupo Puebla en la que participó Alberto Fernández este 10 de abril, en la cual enfatizó que entre la economía y la salud de la gente, él optó por la salud. Y adhirió a la lo expresado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), respecto a la prioridad de proteger a la población más vulnerable y lograr un modelo de desarrollo sostenible basado en la solidaridad y la igualdad, anteponiendo el derecho a la vida.

En este mismo sentido es que se apela a la renegociación y condonación de la deuda contraída con el FMI. Las relaciones con este organismo versa sobre la necesidad de suspender el pago de la deuda ante el panorama de crisis económica que deberá afrontar el país como consecuencia de la pandemia. También el gobierno argentino agradeció a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, por el apoyo del organismo al país en la negociación de la deuda externa con los bonistas privados.

El Banco Mundial, por su parte, aprobó un préstamo de 35 millones de dólares para apoyar la estrategia del gobierno argentino para combatir la pandemia de coronavirus. Estos fondos serán destinados a respaldar al sistema de salud a través de la compra de insumos y equipos médicos. “Son tiempos difíciles para todos, pero especialmente para los más pobres. Trabajamos rápidamente para que la Argentina pueda contar con los recursos que necesita para fortalecer su capacidad de respuesta sanitaria y limitar así los impactos sociales y económicos de la pandemia.”, expresó Jordan Schwartz, director del BM para Argentina, Paraguay y Uruguay.

Por último, el coordinador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Argentina, Roberto Valent, elogió la actuación del gobierno argentino frente al coronavirus. Del mismo modo, la OMS seleccionó a Argentina junto a otros 9 países para iniciar ensayos clínicos en busca de una posible cura para el COVID-19.

Uruguay

Por el lado económico, el Gobierno uruguayo anunció a medida que pasaban los días (y con ello el aumento del número de casos y de las medidas de aislamiento) distintos paquetes de medidas económicas, que entre las más destacadas comprenden líneas de crédito con condiciones flexibles, facilitación de préstamos para pequeñas y medianas empresas, y aplazamientos de vencimientos de pago ante la Dirección General Impositiva (DGI) y el Banco de Previsión Social (BPS). Además, se extendió el régimen especial de seguro de paro flexible a todos los sectores de actividad. Todo esto tendría como principal objetivo no cortar la cadena de pagos y »mantener el motor de la economía prendido», como según lo comunicó la Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.

En el Ejecutivo, se estima que la economía pueda tener una caída inédita en el segundo trimestre del año, por lo que las distintas medidas aprobadas buscan mantener viva la economía lo máximo posible además de salvar al sector microempresarial.

En materia de crédito, el Banco Central del Uruguay (BCU) aprobó una medida que actúe, según el presidente de la autoridad, Diego Labat, como »un impulsor más» para que los distintos bancos otorguen créditos en pesos y Unidades Indexadas a empresas y familias de forma de minimizar los efectos del aislamiento sobre la actividad económica y el empleo.

La medida consiste en una reducción de forma transitoria de los encajes en moneda nacional y Unidades Indexadas que los bancos mantienen en la autoridad monetaria. Este menor requerimiento de encaje estará asociado a un crecimiento en la cartera de créditos vigentes, permitiendo una vía mayor de liquidez que permita responder a las necesidades financieras. Además, esto acarrearía consigo una disminución de los tipos de interés actuales los cuales según distintas proyecciones del gobierno rondaría disminuciones de hasta el 7%, sumado de subsidios al crédito a las pymes por parte del Ministerio de Economía y Finanzas.

Por otro lado, el Banco República aprobó una línea de crédito especial por cincuenta millones de dólares, que con el apoyo de organismos multilaterales de crédito se podría ampliar hasta los ciento veinticinco millones.

En materia tributaria, el gobierno aprobó que se difiera el pago del IVA mínimo (Literal E) para los pagos del mes de marzo y abril, estableciéndose ahora entonces en seis cuotas integrales, consecutivas, sin interés, a partir del mes de mayo. En cuanto al Banco de Previsión Social (BPS), los beneficiarios serán los monotributistas, empresas unipersonales y sociedades personales con un máximo de 10 empleados, cuyo régimen de aportación sea industria y comercio. Esta medida comprende al 60% de los pagos, ya que el otro 40% será subsidiado totalmente por el Estado. Además, el pago de impuesto a la Dirección General Impositiva (DGI) también sufrirá prórrogas, que se irán determinando sobre la marcha según lo que duren las diversas medidas de aislamiento, quedando exceptuadas de esta prórroga las empresas públicas.

En estos paquetes de medidas también destaca la flexibilidad en seguros de paro, aprobada luego de una extensa reunión entre representantes del Ministerio de Trabajo, trabajadores y empresarios. El gobierno aprobó así entonces extender el régimen de subsidio por desempleo parcial que habilita a las empresas a enviar trabajadores al seguro de paro por medio horario o por un mes. Esta medida había sido aprobada hasta el 20 de abril, pero el Poder Ejecutivo decidió extenderlo hasta el 31 de mayo, aunque el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, afirmó que aún no está definido del todo por cuánto tiempo será la extensión.

La llegada del coronavirus trajo consigo un nuevo tipo de régimen que sólo estará activo mientras dure la pandemia, que permite que más trabajadores puedan ser beneficiarios. Ahora al subsidio por desempleo, que se otorga a aquellos que queden sin trabajo contra su voluntad, se puede acceder en caso de ser despedido, suspendido o haber tenido una reducción en la jornada laboral.

Como agregado, podemos encontrar el monitoreo de precios de la canasta sanitaria creada por el gobierno y de alimentos, así como del stock disponible como mecanismo para garantizar el acceso de la población a dichos artículos. Por último, la creación del Fondo Coronavirus, para el cual el gobierno uruguayo rebajará por franjas el salario líquido de los funcionarios públicos que cobran por encima de los ochenta mil pesos uruguayos líquidos para financiarlo. El presidente Lacalle Pou confirmó que los descuentos serán del 5%, del 10% y del 20% por un período de dos meses, siempre existiendo la posibilidad de extenderlo si la situación económica y sanitaria no muestra mejoras. Esta medida también abarca a los funcionarios públicos jubilados, los mandos militares, jubilaciones militares y remuneraciones de expresidentes. Al presidente, ministros, legisladores y directores de entes públicos y descentralizados se les descontará el 20% del salario líquido, también por dos meses inicialmente.

Las medidas tomadas por el gobierno uruguayo han estado enfocadas en el aislamiento voluntario, y la responsabilidad social. La oposición en principio propuso tomar medidas más radicales como decretar cuarentena obligatoria. Esta fue rechazada por no considerarse una medida necesaria en ese momento, además de que supondría la obligación de decretar las medidas prontas de seguridad y por todas las excepciones que se tendrían que señalar a la hora de ejecutarla.

Algunas de las primeras acciones tomadas por el gobierno fueron el cierre parcial de fronteras, que implica una cuarentena obligatoria de 14 días para pasajeros provenientes de países declarados de riesgo o sintomáticos. Ellos son: China, Corea del Sur, Japón, Singapur, Irán, España, Italia, Francia y Alemania, es decir, las naciones determinadas de riesgo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los países que registraron multiplicidad de casos y con los que Uruguay mantiene vínculo diario por vuelos.

El gobierno uruguayo, muestra un gran compromiso con la lucha del COVID 19, informando a la sociedad como es debido, de manera concisa, sin reflejar incertidumbre y alarmismo. A su vez deposita su confianza, en que la sociedad acate las pautas que dicta el gobierno, por medio de una responsabilidad que comience por uno y sea parte de toda la sociedad. Como dijo la Ministro de Economía, Arbeleche, los motores de la economía no se pueden frenar, esto no demuestra imprudencia ni frialdad. Todo lo contrario, para la economía podría llegar a ser imprudente, y el “remedio” termina siendo peor que la que la enfermedad.

Algunas de las medidas económicas para paliar dicha crisis es el otorgamiento de créditos blandos por parte del Banco República hasta un monto total de 50 millones de dólares y trabajo con organismos multilaterales de crédito para incrementarla a 125 millones de dólares, entre ellos se encuentran préstamos para pequeñas y medianas empresas y aplazamiento de vencimientos de pago de la Dirección General Impositiva y el Banco de Previsión Social.

El gobierno entiende que las condiciones no están dadas para hacer frente a una cuarentena obligatoria, ya que en materia económica Uruguay no está pasando por su mejor momento. Con un déficit fiscal que ronda casi el 5% del PBI, decretar dicha medida sería poner en riesgo aún más el sistema de salud y a la nación en general.

Las medidas tomadas por el gobierno uruguayo están dentro de las que ha tomado Hong Kong y Alemania. Estos países optaron por el aislamiento social y el desarrollo de testeos masivos para la sociedad como una forma de prevenir el contagio.  Uruguay se destaca por ser el primer país de la región con mayor nivel de tests por millón de habitantes, pero aún no supera el objetivo del gobierno.

Una de las medidas que hicieron eco en los países vecinos fue la creación del fondo coronavirus, que se sustentará con las ganancias de organismos públicos y aportes de salarios de cargos políticos y funcionarios públicos. Otra medida, con respecto a la población riesgo, y en conjunto con la asociación de supermercados fue celebrar un acuerdo para priorizar la atención a las personas mayores de 65 años en el horario de 08:30 a 10:00, como forma de evitar las aglomeraciones y prevenir el contagio en este conjunto de la población.

Gran parte de la sociedad ha acatado las medidas tomadas por el gobierno: aislamiento social, quedarse en casa y comprometerse con la causa desde un punto de vista responsable, utilizar tapabocas y guantes. Tiendas de bienes de primera necesidad colaboran con el distanciamiento y con medidas como el ingreso de una sola persona a establecimientos comerciales, pago con medios electrónicos y guardar distancia de un metro y medio.

El presidente electo Luis Lacalle Pou en estos meses cuenta con un 65% de aprobación, equiparándose al del primer gobierno del Frente Amplio (hoy Partido de oposición) con un 64%, liderado en aquel entonces por Tabaré Vázquez.

El actual presidente Lacalle Pou y su gabinete, consideran necesario la responsabilidad de la población uruguaya para combatir esta crisis sanitaria. Las medidas tomadas, como limitar la congregación de personas, hacer controles en las rutas nacionales para evitar el desplazamiento de la población, postergar las clases a nivel primario, secundario y terciario, y cerrar espacios públicos, son tomadas con aprobación por la sociedad uruguaya.

La oposición, liderada por el partido Frente Amplio, en las primeras semanas de los contagios por COVID 19, insistía en decretar medidas como la cuarentena obligatoria. En este aspecto se divergió con el gobierno, llegando el Frente Amplio a pedir una reunión con el presidente Luis Lacalle Pou. A su vez el presidente también sostuvo reuniones con otros partidos de la oposición como el PERI (Partido Ecológico Radical Intransigente) liderado por el Ing. Agr. Cesar Vega y el Partido Verde Animalista, liderado por el Dr. Gustavo Salle. En todas las reuniones se encontró el entendimiento entre las partes para paliar en conjunto la crisis sanitaria. A la fecha es importante destacar que el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, ha dicho en público que hay que seguir una única voz y esta es la que dicte el gobierno de turno.

En el medio de una crisis sanitaria y económica global, Uruguay ha sabido mantener en lo alto sus valores humanistas, resaltando de nuevo, y de la mejor manera posible, en el plano internacional.

Hoy, meses después del primer brote de la enfermedad en China, y a algunas semanas de que cubriera Latinoamérica, la Cancillería Uruguaya trabaja para brindar la oportunidad a centenares de extranjeros de volver a sus respectivos países. De igual forma, ha hecho un impresionante trabajo repatriando a los ciudadanos y residentes uruguayos que se encontraban fuera del territorio del país.

El 18 de marzo, Ernesto Talvi, Ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, en conjunto a la Vicecanciller Carolina Ache, dieron una nueva conferencia en la que comentaron sobre la situación de los uruguayos en el exterior y en donde prometieron buscar soluciones y plantear nuevas medidas que facilitaran la vuelta a casa. Ese mismo día, se anunció el plan de repatriar a ciudadanos y residentes que se encontraban varados en Perú. Dicho evento fue logrado al fin la madrugada del 21 de marzo.

Desde ese día, la Operación “Todos A Casa”, se puso en marcha.

Llevada a cabo a través de varios corredores humanitarios, la operación ha devuelto a sus países a ciudadanos provenientes de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bielorrusia, Brasil, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Eslovaquia, Filipinas, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, Suiza, Austria, España, Kuwait, Rusia, Singapur, Grecia, Francia, Israel, Japón, Noruega, entre otros. Algunos vacacionaban en Uruguay, mientras que otros se encontraban en buques y cruceros a los que no habían dejado desembarcar en otros puertos. Un caso interesante, es el de los españoles que se encontraban en la Antártida y que lograron volver a su país gracias a la apertura de uno de los corredores humanitarios de Cancillería.

Todos A Casa, también ha traído de vuelta a ciudadanos y residentes del Uruguay que se encontraban varados en Alemania, Francia, Bélgica, Polonia, Austria, Suiza, Australia, Chile, Brasil, España, Italia, Portugal, Estados Unidos, Ecuador, Perú, Costa Rica, México, República Dominicana y varios países del sudeste Asiático; que han sido recibidos en el aeropuerto de Carrasco, por personal de Cancillería, y en algunos casos por el mismo por el Canciller, Talvi, y el Ministro de Defensa Nacional, Javier García.

La realidad es que el Coronavirus ha llegado como un terremoto a golpear las bases, que se han probado inestables, de la Comunidad Internacional. Una Comunidad que, tristemente, no reaccionó a tiempo para prevenir el crecimiento exponencial de la pandemia. Pero ante estos hechos, el Uruguay, representado por su Cancillería, han decido mantener sus principios y valores intactos.

A pesar de la crisis que vive el país, como consecuencia de la misma inestabilidad global, ha optado por la visión humanista de las relaciones internacionales y ha sabido dar lugar a cada individuo en el medio de una situación en la que a veces pasa desapercibido por las masas desesperadas.

En medio de este escenario de aislamiento, y del “Sálvese quien pueda” internacional, es interesante observar como el Uruguay ha sabido mantener y afianzar sus relaciones con el resto de los países del mundo. Un ejemplo de ello, es el agradecimiento colectivo que ha llegado a través de mensajes particular y publicaciones en redes sociales a nuestra Cancillería. Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Israel, Francia, Alemania y varios otros, han enviado sus agradecimientos al trabajo realizado por el gobierno uruguayo y el Ministerio de Relaciones Exteriores para repatriar a los ciudadanos de los Estados antes mencionados.

En otro orden de ideas, pero igualmente importante, se pueden mencionar las donaciones que ha recibido Uruguay por parte de la Comunidad Internacional para combatir al Covid-19.

Canadá, por medio de esfuerzos de una sociedad civil uruguaya y una ONG canadiense, envió durante los últimos meses del 2019 cargamentos con insumos médicos. Esta ayuda médica, que tenía como destino la parte sanitaria militar, fue puesta en régimen de destrucción por el gobierno anterior (bajo el mandato del expresidente Tabaré Vázquez) y fue encontrado por la nueva administración durante el pasado mes. Al evaluar el estado de los materiales médicos y ante la necesidad que tenía el país, el Ministerio de Salud en conjunto con el Ministerio de Defensa Militar, establecieron que dichos insumos se encontraban en perfectas condiciones y podían ser utilizados. Incluso se inició una investigación penal por los sucesos.

El 27 de marzo de este año, Estados Unidos de la mano de su embajador Kenneth Roger, hizo entrega a cancillería y las autoridades sanitarias una “primera tanda de donaciones” del gobierno norteamericano hacia el gobierno uruguayo para enfrentar la pandemia. Esta equivalió a un monto de 113.000 USD, en donde se encuentran materiales como, equipos de ecografía, monitores de signos vitales, camas de cuidados intensivos, camas, colchones, almohadas, sillas y mesas. También se prestaron carpas y calefactores con destino a ser utilizados en centros de primera atención para uruguayos repatriados. Según el informe de la embajada de los Estados Unidos de América en Uruguay, esta cooperación refleja la amistad y la alianza entre ambas naciones, donde se continuará explorando formas de ayudar al gobierno uruguayo.

La última fue recibida del Gobierno Chino. Esta donación significó la entrega de 150 mil mascarillas, 20 mil kits de diagnóstico y 5 ventiladores respiratorios. Es importante mencionar, que dicha donación se da en el marco de negociaciones entre el equipo de Cooperación Internacional de la Cancillería Uruguaya y luego de que China recibiría una donación de insumos para luchar contra la pandemia por parte del Uruguay durante el gobierno de Tabaré Vázquez.

Para finalizar, Uruguay ha brindado además asistencia médica y hospitalaria a buques y cruceros a los que no han permitido atracar en otros puertos. El caso más reciente ocurrió durante el domingo 6 de abril, cuando más de 20 miembros del personal médico abordaron un crucero australiano revisando y evaluando a cada pasajero del buque. 128 casos resultaron positivos y seis tuvieron que ser internados en centros de Salud en Montevideo. Y el 10 de abril se pondrá en marcha un nuevo corredor humanitario para que personas a bordo del crucero puedan ser regresados a Australia y a Nueva Zelanda.

La crisis sanitaria por el COVID 19 ha puesto en jaque a todos los actores internacionales, con respecto a Uruguay, este ha trabajado arduamente con otros países para garantizar la seguridad de sus nacionales.

 

Conclusiones

 

Una mirada comparada respecto a la situación política que caracteriza a ambos gobiernos nos permite observar, en primer lugar, que ambos mandatarios, Luis Lacalle Pou y Alberto Fernández, enfrentan los desafíos que impone el coronavirus en los albores de la asunción de sus mandatos presidenciales, de forma más acentuada en el caso de Lacalle Pou quien asume dos semanas antes del primer caso de contagio detectado. Asimismo, en ambos casos se trata de gobiernos alternos a la gestión que los precede, nuevamente de manera más notable en el caso uruguayo quien asume luego de 15 años de gestión del Frente Amplio.  Estas características se pueden tener en cuenta al evaluar cómo recibe la población las medidas tomadas frente al coronavirus, así como sus consecuencias. Fernández contó con mayor porcentaje de apoyo en las urnas, ganando las elecciones en primera vuelta lo cual permitiría mayor acuerdo de la población respecto a los principios políticos que caracteriza al gobierno. Sin embargo, algo que caracteriza a los dos casos, más allá de las diferencias entre ambos en la gestión de la crisis, es el apoyo que tienen las políticas y medidas dispuestas por ambos gobiernos por parte de la población, así como la  colaboración de lo partidos opositores.

Los momentos previos a la declaración de pandemia por parte de la OMS en que los medios de comunicación comenzaron a divulgar los casos que se propagaban en China, encontraron a Uruguay en medio del proceso de cambio de gobierno, así, este país envió insumos en forma de ayuda a China, pero no se tomaron medidas de prevención al interior del país. En Argentina, en cambio, si se tomaron medidas preventivas y se instó con mayor prontitud al aislamiento social. Esta tendencia continuó hasta la actualidad, el gobierno de Lacalle Pou alude a una “cuarentena voluntaria o parcial” y no obligatorio como en Argentina, las medidas en Uruguay son más laxas a la vez que los casos reportados también son menores (483 casos positivos y 8 fallecidos) que en el caso argentino (2277 casos positivos y 101 fallecidos). Cabe recordar que la población de Argentina es de 44.490.000 y la de Uruguay es de 3.449.000 de personas.

Respecto a las medidas de índole económico que tomaron para enfrentar las consecuencias de esta crisis sanitaria, existe una semejanza en cuanto a las políticas de apoyo dirigidas a los sectores vulnerables frente al impacto de la merma productiva y la paralización de ciertas actividades, principalmente dirigidas a las pequeñas y medianas empresas, monotributistas y desempleados, a través de subsidios, aplazamientos de vencimientos de pago y facilidades crediticias. En Uruguay se destaca la creación de un “Fondo Coronavirus” a través de recortes del salario de funcionarios públicos y altos mandos. Sin embargo el gobierno uruguayo dispuso una cuarentena voluntaria con el fin de  no profundizar la inestabilidad económica (déficit fiscal de alrededor del 5% del PBI). En Argentina la emergencia económica se declaró antes de la pandemia (aumento de la inflación de más del 50% en 2019 y endeudamiento externo), las medidas orientadas hacia aquellos sectores fueron previas al brote, el decreto de aislamiento obligatorio se dispuso a partir de un análisis diferente en torno a la prioridad de la salud o contención del virus por sobre las cuestiones económicas. El reflejo más relevante y evidente de estas evaluaciones se plantearon a nivel  de los foros de discusión y en marcos internacionales de participación como concluimos a  continuación.

En el área internacional, tanto Uruguay como Argentina recibieron apoyo por parte de China para abastecerse de insumos médicos. Existe una diferencia en cuanto al vínculo con Estados Unidos, el gobierno uruguayo, a diferencia de Argentina, ha recibido donaciones de material médico a pesar de contar con menos casos que Argentina. En este sentido, se podría inferir que los vínculos internacionales en el contexto de la actual crisis sanitaria continuaron un lineamiento y una afirmación de las relaciones previas a la misma caracterizadas por sus tendencias ideológicas y afinidades políticas. De este modo, Argentina extrapola su concepción acerca de primar la salud de la población a la economía del país en foros como el Grupo de Puebla y el Grupo de los 20, donde mantuvo un discurso basado en una visión humanitaria. La misma visión que intenta reflejar Uruguay, pero hacia adentro, por ejemplo a través de las medidas de repatriación ciudadana. Son las medidas del gobierno argentino las que permitieron una apreciación positiva por parte de organismos como la OMS o la ONU, y sus representantes en el país, y la misma consideración del FMI ante el pedido de flexibilizar el pago de la deuda. Mercosur es el ámbito que finalmente los reúne en la decisión de utilizar los recursos del FOCEM y destinarlos al área de la investigación.