Ciberespacio

Interacción en la red

 Horni, Antonelia. Licenciada en Relaciones Internacionales por la UES21 (2021) y Licenciada en Comercio Internacional por la UNQ (2021). Mail de contacto: [email protected]

Cita sugerida: Horni, A. (2022). El sueño de un mundo interconectado. Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales, p. 1- 4.

Palabras clave: ciberespacio, Relaciones Internacionales, interacción, constructivismo.

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Si pudiera pedirle a cada lector de este artículo que se proyecte navegando en internet y luego les consultara sí estuvo más tiempo del previsto, casi con seguridad podría decir que la mayoría (por no decir todos) diría que sí.

Resulta por lo tanto interesante analizar esta suerte de “adicción” que se genera al incursionar por el ciberespacio al igual que las diferentes interacciones que realizamos en la red, ya que pueden convertirse en fuente de información útil. No es casual que en la actualidad las empresas que más cotizan a nivel internacional son las tecnológicas, que prestan servicios mediante el uso de Internet y se enfocan en el Big Data.

Dichas interacciones ocurren en el ámbito del ciberespacio, entendemos entonces al ciberespacio como aquel espacio virtual donde podemos interactuar con personas de diferentes partes del mundo y a través del cual accedemos por el uso de Internet. Como usuarios podemos consumir diferentes contenidos, por lo que las conexiones se generan con distintos fines, como entretenimiento, negocios o búsqueda de información.

Herramientas tales como el reconocimiento facial, la geolocalización, las sugerencias y los algoritmos predictivos, son parte de las nuevas tecnologías que, en los últimos años, han cobrado cada vez mayor relevancia. Y esto es porque también somos creadores de contenido. Contenido que se puede obtener a través de nuestro teléfono móvil y que es consecuencia de las diferentes búsquedas realizadas en Internet o interacciones en las redes sociales. Esto permite que, en mayor o menor medida, cualquier persona pueda tener acceso a nuestros gustos, preferencias, miedos, ideologías e incluso información sensible.

Un ejemplo aplicado a lo cotidiano fue lo que ocurrió en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en el año 2016, donde se consideró determinante en la victoria de Trump el uso de Facebook y Twitter. Mediante el uso de algoritmos, las redes sociales llevan a consumir contenido relacionado a nuestros ideales a la vez que permiten ver lo que comparten nuestros amigos, sin hacer un análisis de la información implicada. Esto puede dar lugar a la aparición de “fake news” y llevar a una generalización de desinformación, donde el usuario ya no puede distinguir qué es verdad y qué no (Cellan-Jones, R.; 2016).

Es innegable la interconexión entre las partes del actual sistema internacional. Los Estados, las empresas transnacionales, la sociedad como actor que cobra cada vez más relevancia, forman parte del mismo sistema crecientemente interdependiente y la irrupción de internet no ha hecho más que potenciar esa interdependencia.  Pero la cuestión es ¿Puede este aumento en las interacciones perjudicar de alguna forma a la sociedad? ¿Qué ocurre con la creciente distribución de datos personales que se encuentra a través de la red? ¿Quién los gestiona y con qué fin?

Es posible arribar a algunas respuestas desde una perspectiva social y constructivista de la cuestión. El constructivismo como rama de las Relaciones Internacionales tiene como principal característica a destacar, concordando con Vitelli A. (2014), un léxico distinto a lo que usualmente estamos acostumbrados los que hemos estudiado la disciplina. Esto porque a diferencia de las otras teorías del mainstream, se aboca a un análisis social. Wendt A., principal expositor de esta vertiente, formula una mirada diferente al establecer que somos seres sociales que interactuamos creando ciertos significados intersubjetivos, identidades e intereses.

El ciberespacio se puede considerar entonces como un espacio de interacción, donde puede surgir cooperación y conflicto. La información que cada actor internacional pone a disposición en la red puede ser entendida positivamente, generando mayor interacción y aumentando por ejemplo los negocios internacionales o acuerdos comerciales entre diferentes actores. A la vez que puede ser perjudicial si es utilizada con otros fines, buscando por ejemplo persuadir hacia uno u otro lado de un conflicto utilizando las anteriormente denominadas fake news; o incluso realizando ciberataques a numerosas empresas o gobiernos, como lo que ocurrió a principios del corriente año en Costa Rica.

El significado intersubjetivo que surge de la interacción permite que los Estados reconozcan a algunos actores como amigos y a otros como enemigos. Ese reconocimiento puede llevar a que se comporten de manera diferente con cada quien y aplicar ciertas acciones, y variará según sus intereses, que son constituidos a través de la identidad.

A modo de cierre considero importante tener presente que las tecnologías son neutras per se, dependen de nuestras intenciones. Por lo que el ciberespacio puede ser una amenaza  o una oportunidad. El desafío está en ser conscientes de esa vulnerabilidad a la que todos estamos diariamente expuestos.

La educación y los potenciales cursos de acción considerados por los diferentes gobiernos son relevantes para comprender el impacto y lograr una mejor regulación en la temática. Cada entorno demanda un proyecto acorde a sus necesidades y posibilidades. En el caso de América Latina, aún cuenta con pocas herramientas para posicionarse frente al gran avance tecnológico y cuenta a la vez con baja capacidad de inversión, por lo que la voluntad política es sumamente importante en este sentido.

Bibliografía

Cellan-Jones, R. (2016). Elecciones en Estados Unidos: ¿fue Facebook la clave para el triunfo de Donald Trump? BBC. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37946548

Vitelli, Marina. (2014). Veinte años de constructivismo en relaciones internacionales. Del debate metateórico al desarrollo de investigaciones empíricas: Una perspectiva sin un marco de política exterior. Postdata, 19(1), 129-162. Recuperado de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-96012014000100005&lng=es&tlng=es

Este es un artículo de opinión.

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