Teoría de las Relaciones Internacionales

Orden Mundial

Ballejos, Giuliana. Estudiante avanzada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Abierta Interamericana.

Cita sugerida: Ballejos, G. (2022). Poder Blando: ¿qué es y cómo influye en los medios audiovisuales? Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales, páginas 1-4.

Palabras clave: poder blando, medios audiovisuales, cine

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El poder blando o poder suave (del inglés soft power) se define como la habilidad de un Estado para persuadir a otros evitando el uso de la fuerza o la coerción, valiéndose de medios más sutiles, como su cultura, su modelo social o sus valores políticos. Este término fue creado en la década de los noventa por Joseph Nye, geopolitólogo estadounidense de la Universidad de Harvard, en su libro Bound to lead: The changing nature of American Power (1990), y desde entonces se ha convertido en un concepto muy utilizado para analizar las relaciones internacionales. 

En cuanto a su definición, el poder blando es un tipo de poder menos tangible que el duro: se basa en la imagen de un país y su sociedad, el alcance de su diplomacia, sus manifestaciones culturales —como el cine, la gastronomía o la música— o los valores políticos que defiende. Todo ello puede servir para modificar la percepción y el comportamiento de terceros Estados.  

La mayoría de los Estados son muy conscientes de la importancia del poder blando: muchos de ellos lo han desarrollado hace décadas; otros, potencias en ascenso, invierten en él con esperanzas de que mejore su posición en el mundo. Dos de las mayores potencias de poder blando en el mundo fueron Estados Unidos y la Unión Europea. El modelo de vida estadounidense y el enorme alcance de su cultura se han extendido por todo el mundo, hasta el punto en que las referencias culturales de Estados Unidos influyen en muchos otros países. 

El cine es uno de los instrumentos de apropiación y distribución cultural más exitosos. Todos nos hemos sentido atraídos por las producciones cinematográficas típicas del cine como Francia, Estados Unidos e Inglaterra, que han logrado posicionar sus culturas a nivel mundial. Sin embargo, más allá de eso, el cine es una expresión cultural que en última instancia se traduce en lo que los internacionalistas llaman soft power. De hecho, en la mayoría de las películas de Hollywood se puede observar que existe un intento permanente de  exaltar los valores estadounidenses mostrándolos como un “modelo a seguir”. Así, los gobiernos de dicho país no pierden oportunidad para poner en alto los valores de la democracia, los derechos humanos y la libertad en sus discursos. 

Un ejemplo práctico de esto, es la percepción generalizada que existe hoy en día de que la victoria de los “aliados” en la Segunda Guerra Mundial se debió casi únicamente al poderío militar de Estados Unidos, quién habría vencido al nazismo. De hecho, una encuesta que ha sido implementada en Francia en tres momentos históricos diferentes: 1945, 1994 y 2004, pone en evidencia el cambio de percepción de los franceses acerca de qué país fue el responsable último de la liberación de Francia. Una vez terminada la contienda, el 57% de los franceses consideraban que la URSS fue el país que más contribuyó a la derrota nazi y sólo el 20% a EE.UU., en 2004 estos porcentajes se invirtieron. ¿Qué había cambiado en estos 60 años? Sin duda, los mensajes audiovisuales de las películas de Hollywood y la propaganda norteamericana contribuyeron a ese cambio de percepción. Siendo tan eficaz que durante la segunda mitad del siglo XX hemos llegado a creer que Estados Unidos fue quien «ganó» la contienda. 

GRÁFICO 1. ¿Cuál es la Nación que más ha contribuido a la derrota de Alemania en 1945?

Imagen disponible en el documento PDF. Fuente: Sondeos de IFOP en 1945, 1994, 2004. 

Otro ejemplo lo encontramos en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde un periodista escribió: “Mientras China pretende seducir e impresionar al mundo con el número de medallas olímpicas conseguidas, Rusia quiere impresionarla con la demostración de su superioridad militar. El poder blando de China frente al poder duro de Rusia: las preferencias de los dos países reflejan el grado tan distinto que tienen de confianza en sí mismos”.

Sin embargo, más allá del debate entre las ventajas del poder duro y el poder blando, la mejor forma de control es una combinación de ambos, lo que se ha definido como “poder inteligente”. Es decir, un país no debe renunciar a su poderío diplomático ni militar, pero al mismo tiempo debería constituirse en un ejemplo a seguir por los demás.

Bibliografía:

Arancon, F. (2017). “Hollywood, el ganador de la Segunda Guerra Mundial”. El Orden Mundial. https://elordenmundial.com/hollywood-el-ganador-de-la-segunda-guerra-mundial/

Juan Masullo, J. (2011). “La conceptualización del poder de Joseph Nye: el poder blando”. In Sobre el poder blando y el biopoder.: Evaluando el potencial impacto y limitaciones de M. Foucault en las RI (pp. 7–14). Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI). http://www.jstor.org/stable/resrep14223.5

Nye J. S. (1990). Bound to lead : the changing nature of American power. Basic Books.

Este es un artículo de opinión.

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