Por Lucía Ana Lago Krümmer, estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad de Belgrano. Contacto: [email protected]
Observatorio de Política Internacional
Lago Krümmer, L. (24 de septiembre 2024). Elecciones en Francia: cómo el cordón sanitario logró alejar a la extrema derecha del poder. Observatorio de Política Internacional. Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. URL: https://www.ceeriglobal.org/elecciones-en-francia-la-politica-francesa-despues-de-las-elecciones-al-parlamento-europeo/
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El pasado 9 de junio, luego de los malos resultados obtenidos en las elecciones al Parlamento Europeo,el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, decidió disolver la Asamblea Nacional y llamar a elecciones legislativas, que se desarrollaron el 30 de junio y el 7 de julio.
En la primera vuelta de estas elecciones, el partido de extrema derecha, Agrupación Nacional, consiguió la mayor cantidad de votos; mientras que, en la segunda vuelta, el nuevo Frente Popular obtuvo la victoria. Sin embargo, ninguno de los dos partidos obtuvo las 289 bancas necesarias para alcanzar la mayoría absoluta. Es por esto que es casi seguro que el partido actualmente en el poder, Renacimiento, deba “cohabitar” con algún partido de la oposición En este Análisis de Política Internacional, me propongo analizar los hechos que marcaron la política francesa desde las elecciones al Parlamento Europeo
Sistema de gobierno y crisis del sistema semipresidencialista
Para comprender mejor las complejidades de este sistema, es importante analizar primero el sistema de gobierno de Francia. La República francesa posee un sistema de gobierno semipresidencialista, el cual se caracteriza por ofrecer una solución “mixta” a los problemas que podrían presentar el parlamentarismo y el presidencialismo en su forma pura (Sartori, 1996, p.136).
En el caso del presidencialismo, se podría interpretar que uno de sus mayores problemas radica en que el Presidente, como jefe de Estado y de gobierno, concentra poderes constitucionales como la formación del gabinete y la administración pública. Esto quiere decir que, en un sistema presidencial, los presidentes concentran una gran cantidad de poder, que los hace considerablemente más poderosos que el Parlamento. Esta relación desigual de fuerzas puede resultar en situaciones donde el Presidente desconozca la voluntad o las acciones del Parlamento. En cuanto al parlamentarismo, se puede decir que, si bien cuenta con un poder ejecutivo dual y una equilibrada relación de poder entre el gobierno y el Parlamento, se pueden presentar dificultades, sobretodo, en relación a la tendencia al multipartidismo que poseen estos sistemas y que puede terminar en una atomización electoral.
Es por esto que Francia diseñó un sistema semipresidencialista que funciona de la siguiente forma: existe un Presidente, actualmente Emmanuel Macron, que cuenta entre sus atribuciones con el manejo de la política exterior y la defensa, al mismo tiempo, existe la figura del Primer Ministro que dirige las acciones de gobierno (de Montalvo Jääskeläinen, 2011,p.385). Es decir, si bien el Presidente preside el Consejo de ministros y se asemeja bastante a la figura presidencial clásica, el poder Ejecutivo sigue siendo dual, como en un sistema parlamentario.
De esta forma, existe en Francia un sistema poco común en Europa, ya que al contar ambos integrantes del Ejecutivo con atributos de gobierno, la disputa por el poder se vuelve más compleja, por lo que este funcionamiento institucional dificulta claramente la formación de un nuevo gobierno.
Al igual que en los sistemas presidencialistas, en Francia existen elecciones generales para el cargo de Presidente, así como elecciones legislativas de medio término, tal y como sucede en la mayoría de los países que adoptaron el presidencialismo como forma de gobierno. El Presidente es elegido de forma directa por el voto popular y en las elecciones legislativas se renueva la totalidad del Parlamento. El Partido que gane las elecciones legislativas es usualmente quien es invitado por el Presidente para formar gobierno. Es decir, que en caso de que un partido de la oposición gane estas elecciones, este tendrá que cohabitar con el oficialismo en el gobierno.
Las elecciones legislativas en Francia se realizan dividiendo el territorio en circunscripciones uninominales. En Francia, existen 577 circunscripciones, cada una de ellas debe elegir un representante a la Asamblea Nacional. Al ser un sistema electoral mayoritario, solo el partido ganador se hace con un escaño.
Elecciones europeas, normalización de la extrema derecha y la creación del Frente Popular
En los meses previos a las elecciones al Parlamento Europeo, la política francesa atravesaba momentos de mucha convulsión, en particular, teniendo en cuenta el rechazo que provocó la ley de Reforma Provisional, presentada por el Presidente Emmanuel Macron. Recordemos que esta Reforma consistía en aumentar progresivamente la edad jubilatoria de los 62 a los 64 años. En este contexto, crecía en Francia el apoyo a Agrupación Nacional (AN), el partido fundado por Marine Le Pen, hija de Jean Marie Le Pen, un controvertido político francés condenado por la justicia por declaraciones antisemitas y negacionistas del Holocausto. Sin embargo, el triunfo tan contundente de AN en las elecciones europeas, obteniendo aproximadamente el 30% de los votos, sobre el 15% de Renacimiento, fue totalmente inesperado.
Ante esta situación, Macron decidió disolver la Asamblea Nacional, una decisión controversial, ya que colocaba a la extrema derecha a las puertas del poder. En la campaña hacia las elecciones legislativas, se produjo un proceso de “desdemonización” de la extrema derecha, es decir, la intención de este partido de mejorar su imagen moral, así como enterrar su pasado como “el partido de los herederos de la colaboración con la Alemania Nazi”. Este proceso se evidenció particularmente a partir de la decisión de Marine Le Pen de distanciarse completamente del legado de su padre y dejar de lado las propuestas extremas que defendía el partido en el pasado, por ejemplo, la intención de abandonar la Unión Europea.
En la primera vuelta de las elecciones legislativas, que se celebraron el 30 de junio, AN resultó vencedor con, aproximadamente, el 33% de los votos, pero sin conseguir la mayoría necesaria de 289 escaños para gobernar. Ante este escenario, un cogobierno entre “la macronía” y la extrema derecha se volvía cada vez más posible.
Ante estos resultados, varios partidos de izquierda franceses decidieron proceder con la creación de un nuevo Frente Popular. Este nombre hace referencia al Frente Popular creado por Leon Blum, quien estuvo a cargo del Gobierno francés en los años treinta y cuyo principal objetivo era impedir la llegada al poder del fascismo en Francia. El Nuevo Frente Popular está compuesto, entre otros partidos, por la Francia Insumisa, el Partido Socialista, el Partido Ecologista y el Partido Comunista.
Este Frente consistió en una estrategia electoral puesta en práctica por el Nuevo Frente Popular y Renacimiento. De esta forma, los candidatos que pertenecieran a alguno de los dos partidos y que se hubiesen ubicado en la tercera posición en sus circunscripciones, en la primera vuelta de las elecciones legislativas, debían retirarse para evitar un triunfo de los candidatos de Le Pen. No obstante, no era seguro que esta estrategia electoral resultara en un futuro gobierno.
El Nuevo Frente Popular resultó vencedor en las elecciones, mientras que Renacimiento, el partido del Presidente Emmanuel Macron, se ubicó segundo. Este sorprendente triunfo del Frente Popular generó un gran alivio, pero, al mismo tiempo, una gran incertidumbre, ya que tras la renuncia del Primer Ministro, Gabriel Attal, el mismo 7 de julio, era incierto quién ocuparía el puesto en el futuro próximo.
El éxito del Frente Republicano y la consecuente victoria del Nuevo Frente Popular demuestra la efectividad de la formación de un “cordón sanitario” para prevenir el triunfo de la extrema derecha, en un contexto donde este tipo de partidos han ganado terreno en todo el continente. Asimismo, estos resultados evidencian el fracaso del proceso de “desdemonización” de AN.
Luego de estas elecciones, el paisaje político francés cambió de forma considerable. Esto fue evidente en la composición de la Asamblea Nacional, que se encuentra fragmentada, ya que ninguno de los partidos cuenta con la mayoría absoluta de 289 escaños. Asimismo, Macron se enfrentaba a la posibilidad formar gobierno con el Nuevo Frente Popular, por lo que habría tenido que cohabitar no con uno, sino con un grupo de partidos, algo inusual en la política francesa antes de estas elecciones.
Algunas semanas después de las elecciones, el Nuevo Frente Popular propuso a Lucie Castets, miembro del Partido Socialista, como candidata a Primer Ministro. Sin embargo, Macron rechazó su postulación. Luego de semanas de negociaciones e incertidumbre, Macron anunció finalmente, el 5 de septiembre, que había nombrado a Michel Barnier, antiguo comisario europeo y miembro del Partido Los Republicanos, partido orientado a la derecha tradicional, para ocupar el cargo de Primer Ministro. Esta decisión es muy interesante, ya que el nuevo Primer Ministro pertenece a un partido que fue derrotado en las elecciones, que obtuvo solamente 60 escaños. El nuevo Frente Popular rechazó esta designación considerando que se habría desconocido la voluntad popular de los franceses.
De esta forma, se puede interpretar que, a pesar del éxito electoral que consiguió el Frente Republicano, este éxito no se trasladó a la formación de un gobierno. Además, la elección de Barnier representaría no solamente el rechazo de Macron a los resultados de las elecciones del 7 de julio, sino también la intención del Primer Mandatario de orientar su gobierno hacia la derecha tradicional.
Reflexiones finales
Luego de las elecciones del Parlamento Europeo y la posterior decisión del Presidente de disolver la Asamblea y llamar a elecciones resultaron en una incertidumbre política que condujo a los partidos a adoptar estrategias que evitaran un triunfo de AN.
Los resultados de las elecciones indican que, si bien la estrategia electoral del Frente Republicano fue muy efectiva para ganar las elecciones y alejar a la extrema derecha del poder, esta alianza no prosperó a la hora de formar un gobierno. A pesar de que el Nuevo Frente Popular ganó las elecciones y Renacimiento se ubicó en segundo lugar, el Presidente Macron decidió no respetar la voluntad popular y decantarse por un Primer Ministro perteneciente a un partido derrotado en las elecciones.
Esta decisión demuestra la intención del Presidente de cerrarle a la izquierda las puertas del gobierno, así como su intención de orientar su gobierno a la derecha tradicional. A tres años de las elecciones presidenciales del 2027, el panorama político francés se encuentra muy fragmentado y sin indicios de diálogo entre los partidos.
Bibliografía:
Al Jazeera. (2024). French election results: No party secured a majority, so what’s next?. https://www.aljazeera.com/news/2024/7/8/french-election-results-no-party-secured-a-majority-so-whats-next
CEERI. (2023). Observatorio de Política Internacional. Informe comparativo N°6. https://www.ceeriglobal.org/wp-content/uploads/2023/03/INFORME-OPI-FEBRERO-2023-1.pdf
de Montalvo Jääskeläinen, F., & Correas Sosa, I. (2012). Cincuenta años de presidencialismo en Europa: la evolución del semipresidencialismo de la V República francesa. ICADE. Revista De La Facultad De Derecho, (83-84), 379–402. https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/130
Sartori, G. (1996). Ingeniería Constitucional Comparada. Fondo de Cultura Económica.