Por Jennipher del Carmen Dolinski Azocar, estudiante de Estudios Liberales. Universidad Metropolitana, Venezuela. Contacto: [email protected].
Observatorio de Política Internacional – Equipo de Venezuela
Cita sugerida: Dolinski, J. (20 de septiembre 2024). Políticas de mitigación al Cambio Climático en América Latina. Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. URL:
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Hablar de cambio climático es referirnos a una problemática transversal al acontecer social, político y económico independientemente de un determinado país, región o continente. Un problema que indudablemente nos afecta a todos, en mayor o menor medida; en el cual, tenemos una cuota de responsabilidad mediante la acción, involucración e ideación de estrategias para mitigar los riesgos del cambio climático en nuestro entorno.
En este sentido, el cambio climático también hace referencia a los cambios en largos periodos de tiempo en lo que al aumento o disminución de las temperaturas respecta, teniendo una afectación relacionada con las variaciones en los patrones climáticos, estos dados por la actividad humana, pero también hay otras implicancias como la actividad solar o de grandes erupciones volcánicas aunque en menor medida. Profundizando más en ello, de acuerdo con el artículo del Banco BBVA Provincial (2024) titulado “¿Qué es el cambio climático? Estas son las causas y así nos afecta”, se sostiene que:
“El cambio climático supone la alteración de la composición de la atmósfera global que causa múltiples consecuencias negativas para la naturaleza y la vida. La humanidad sabe bien a qué se refieren, porque ya está aquí en forma de desertificación, subida del nivel del mar o de temperaturas extremas.” (BBVA, 2024)
Asimismo, estos patrones son los medios para conocer el estado del clima y predecir estratégicamente sus futuras actividades, para tomar acciones de prevención o mitigación. En este punto, convergen las tormentas, los tifones, los huracanes o hasta una simple lluvia, los cuales pueden presentar variaciones a gran escala que terminen en desastres naturales que cobren graves daños en el entorno, si no existen políticas públicas y planes de gobierno robustos para accionar en estas situaciones y salvaguardar a la población.
Sin embargo, ahora nos enfrentamos a una emergencia climática. Siendo esta el conjunto de consecuencias del cambio climático, lo cual incluye el crecimiento del nivel del mar, el aumento de los incendios forestales y las sequías por períodos prolongados, las altas temperaturas a escala global, y la migración forzada a gran escala.
Uno de los factores que ha acrecentado esta crisis ambiental es tanto la inacción por parte de los organismos competentes, como la acción tardía. Esto ha conllevado a la poca consciencia del impacto ambiental de las acciones colectivas e individuales, así como a continuar tomando medidas que dañan nuestros ecosistemas, como el vaciado de desechos, petróleo, y diversos químicos en costas caribeñas, así como la deforestación y reducción de espacios verdes o áreas naturales.
De acuerdo con Pereyra (2023), en su artículo de opinión, “América Latina y la lucha contra el cambio climático: ¿mito o realidad?”, publicado por el Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales,
“[la protección del medio ambiente] sigue sin ser la principal demanda ya que en un continente en pleno desarrollo y con graves problemas económicos siguen siendo prioridad problemas centrales como el desempleo, la pobreza y la educación. No obstante, se puede vincular la problemática ambiental con otros temas ya que es una cuestión transversal que se puede relacionar de manera societal debido a que sus repercusiones impactan de lleno a nivel global.” (Pereyra, 2023)
No obstante, al ser un problema transversal, su prevención y control puede influir de manera significativa en otras áreas del desarrollo de un país. La decisión de abordarlo estratégicamente y a tiempo puede potenciar el progreso en múltiples frentes, mientras que ignorarlo significa asumir el costo y la responsabilidad que eso implica. Sobre esto, la región, en su mayoría, decide manifestar su postura y acciones en torno al cambio climático, aportando a un mundo mejor.
Diversos países de América Latina han desarrollado políticas públicas de carácter adaptativo a los cambios presentes a consecuencia del cambio climático, así como para mitigar y prevenir sus crecientes riesgos y afectaciones, entre ellos Brasil avanza en materia de protección ambiental con la preservación de sus bosques y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Desde 2017, en lo que a agricultura sostenible respecta, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Cuba han trabajado por lograr avances significativos. De acuerdo con Karina Caballero (2017), en su informe “Políticas públicas sectoriales para el cambio climático en América Latina: una aproximación”, sostiene:
“De los países con mayor número de medidas relacionadas al sector agrícola están Colombia y El Salvador. Colombia tiene como ejes de la política agropecuaria la garantía de una producción de alimentos suficientes para la población y la protección de diferentes agrosistemas productivos. (…) Por su parte, Costa Rica y Cuba concentran sus medidas relacionadas a la adaptación en el sector agrícola. Cuba busca mayor sostenibilidad en la agricultura, capacitación y la creación de capital humano que incida en la sostenibilidad agrícola.” (Caballero, 2017)
Asimismo, Chile ha desarrollado medidas para enfrentar la sequía y mejorar la gestión del agua; siendo también un país promotor de las energías renovables y la protección de los ecosistemas costeros. En consonancia con políticas para la gestión del agua, México ha fomentado estrategias en torno a esta temática y a la conservación de su biodiversidad; como Brasil, manteniendo un compromiso con la conservación del ecosistema de la selva amazónica. Aunque han sido proyectos marcados por situaciones nacionales e internacionales de gran envergadura, y con relaciones diplomáticas en constante tensión, América Latina hace lo posible por aportar en materia de sostenibilidad.
Particularmente en lo que a mitigación de gases de efecto invernadero (GEI) respecta, la mayoría de países en América Latina han invertido en adoptar de mecanismos de desarrollo limpio (MDL) para el desarrollo de proyectos que generen cambios en la matriz energética; asimismo, también se han aplicado medidas en materia de reducción de emisiones debidas a deforestación y degradación de bosques (REDD), con fondos y fideicomisos verdes para una inversión efectiva y sostenible en estas y otras medidas de mitigación.
Finalmente, pensar en soluciones para mitigar los riesgos de la crisis climática es un primer paso, y un paso importante, para involucrarse en medidas, políticas y espacios de toma de decisión, contra el cambio climático. Teniendo así un panorama claro para accionar en pro del cuidado ambiental, la preservación de la diversidad de ecosistemas, y un mundo más verde.
Referencias bibliográficas
Banco BBVA Provincial. (30 de julio de 2024). ¿Qué es el cambio climático? Estas son las causas y así nos afecta. Sostenibilidad, Planeta, Cambio Climático. https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-el-cambio-climatico-causas-y-como-nos-afecta/
Caballero, K. (2017). Políticas públicas sectoriales para el cambio climático en América Latina: una aproximación. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. pág. 24 – 25.
Humanium. (s.f.). Emergencia climática. https://www.humanium.org/es/enfoques-tematicos/ambiente/emergencia-climatica/#:~:text=Esta%20emergencia%20es%20el%20reflejo,desplazamiento%20humano%20forzado%20en%20masa
Naciones Unidas. (s.f.). ¿Qué es el cambio climático?. Naciones Unidas: Acción por el clima. https://www.un.org/es/climatechange/what-is-climate-change#:~:text=El%20cambio%20clim%C3%A1tico%20se%20refiere,solar%20o%20erupciones%20volc%C3%A1nicas%20grandes
Pereyra, M. (21 de julio de 2023) “América Latina y la lucha contra el cambio climático: ¿mito o realidad?”, Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales.
Sánchez, L. et Reyes, O. (2015). Medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático en América Latina y el Caribe: una revisión general. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. pág. 23 – 27.