Por William Andrés Campos Hincapié. Estudiante de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada (Colombia). Miembro de la Comisión de Ambiente – CEERI. Mail:[email protected]

“Porque enfrentar la desigualdad significa garantizar los derechos de muchos… reduciendo los privilegios de unos pocos” (OXFAM 2016).

Los privilegios de pocos y las precariedades de muchos refleja una problemática con causas y consecuencias multidimensionales que desafortunadamente no decrecen, por el contrario, se han profundizado en sistemas políticos y en sociedades cada vez más desiguales. 

Las causas de la desigualdad son múltiples, sin embargo, una de las principales fuentes que nutre esta problemática se encuentra en las elites políticas o grupos sociales privilegiados que a través de instituciones políticas  realizan actividades inescrupulosas que aunque en algunos casos son legales, sin duda alguna son ilegítimas y sórdidas. 

“Hablamos entonces de un secuestro a la democracia, donde élites políticas o económicas cooptan las instituciones democráticas para inducir la generación de políticas disfuncionales que le permitan mantener su posición privilegiada en la sociedad, la acumulación de riqueza, ingresos y la utilización del aparato de Estado para el beneficio de unos pocos” (OXFAM 2015, 13). 

Esto sucede en todos los rincones del planeta, nótese el polémico caso de las constantes elusiones tributarias de multimillonarios como Elon Musk, Jeff Bezos y Warren Buffet (BBC, 2021). Resulta inexplicable e irónico el hecho de que las personalidades más ricas paguen menores impuestos del que debieran, añadiendo un factor más de desigualdad respecto a la mayoría de los trabajadores, y esto es sólo un ejemplo  frente a las diversas y crudas realidades de millones de personas en situación de pobreza extrema en el mundo.  

Otro aspecto que ha exacerbado la desigualdad en la sociedad contemporánea es la privatización de los servicios, hecho que perpetúa el clasismo social. El proceso de privatización implica que los servicios que deberían ser públicos y universales estén supeditados a los intereses de las élites, haciendo que el beneficio de pocos vulnere los derechos y necesidades básicas de muchos. 

“Estamos ante un escenario de servicios públicos para pobres y servicios privados para las clases medias y ricas, modelo que reproduce la pobreza y la desigual distribución del ingreso. Y también es una trampa para las clases medias, al hacerlas más vulnerables a cualquier choque externo” (OXFAM 2015, 15). 

La estrecha relación entre la desigualdad y América Latina

América Latina es catalogada como la región más desigual del mundo, “en la que el 10% más rico acumulaba el 71% de la riqueza y del patrimonio, y el 70% de la población más pobre apenas logró acumular el 10% de la riqueza” (OXFAM 2015, 11). La concentración de la riqueza monetaria y la tenencia de la tierra en unos pocos multimillonarios es ocasionada por permisividad, la mala distribución y gestión de los gobiernos nacionales, sumado a que, las élites imponen sistemas extractivistas e impiden por medio de presiones la implementación de reformas agrarias, esto con el fin de conservar su posición privilegiada y aumentar su riqueza, la cual crece a un ritmo más acelerado que el PIB de la región completa. 

Si bien esta problemática ha captado la atención de los gobiernos y de la sociedad civil, es de suma importancia prepararse para los escenarios futuros, ya que, la crisis de salud pública en la que vivimos actualmente ocasionada por la pandemia de coronavirus profundizó la desigualdad, la pobreza y otros fenómenos subyacentes. Por esta razón quedarán agudas secuelas a largo plazo sobre la economía, el bienestar, el crecimiento, y mayoritariamente sobre las poblaciones más vulnerables.

En América Latina el coronavirus fue un potenciador de desempleo, pobreza, hambre y desigualdad para los hogares más frágiles, lo que deja para ellos, una lucha constante de supervivencia. “Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pandemia aumentará en un 4,4% la pobreza en la región: se sumarán 28,7 millones, alcanzando un total de 214,7 millones de personas en situación de pobreza. Es decir, el 34,7% -uno de cada tres latinoamericanos- estará en esta categoría” (Dannemann 2021).

Sin embargo la desgracia no recae sobre todos, ya que, como reflejo de la dura cara de la desigualdad, aumentó el número de multimillonarios y su riqueza en la región. Paradójicamente, Latinoamérica es la región del crecimiento, donde crecen los multimillonarios y crecen los niveles de pobreza. 

¿Hay forma de combatir este monstruo incontenible?

Aunque no hay una fórmula o solución concreta para frenar la desigualdad si hay métodos para combatirla y reducirla. Es relevante aclarar que la evolución y progreso de un sistema político desigual es paulatino y muy complejo porque deben modificarse las formas de gobernar, las leyes y hasta el statu quo que para algunos es intocable e irreformable. Para generar estos procesos evolutivos deben aplicarse cambios en las fallas que presentan las estructuras sociales, económicas y políticas de forma pragmática pero también equitativa. 

Por un lado, resulta imprescindible poner freno a las formas de gobernanza ilegítimas que atropellan y secuestran las democracias, ya que desde la cúpula de gobernantes y tomadores de decisiones es posible implementar los cambios más profundos para construir estructuras más ecuánimes. Entre ellas:

“Acciones cívicas como el control del financiamiento privado de los partidos, las leyes anti lobby, la garantía de la pluralidad y diversidad mediática, la protección del derecho a la libre expresión, la vigilancia ciudadana y las movilizaciones pacíficas, así como la correcta aplicación de las leyes de función pública son mecanismos fundamentales para frenar el secuestro de la democracia” (OXFAM 2015, 14).

Por otra parte, en el sector económico deben crearse nuevas formas de producción, distribución y desarrollo, de esta forma se podrá construir un Estado de bienestar en el que todos gocen de sus derechos de forma igualitaria. Una de estas es la formalización laboral, esto permite que las arcas del Estado aumenten debido a un mayor recaudo fiscal, esto se vería reflejado en políticas sociales y redistributivas que serían parte de un ciclo macroeconómico virtuoso. Aunado a esto, los trabajadores formales contarían con acceso al sistema de salud y de pensión. 

La diversificación y transformación económica es vital para que sea posible la transición hacia sociedades avanzadas. Asimismo, se debe proteger la industria y las empresas nacionales, en especial a las pequeñas y medianas empresas, las cuales son las mayores generadoras de empleo. 

Por último, deseo reafirmar la sed de cambio y transformación que imploran nuestras sociedades, en especial la región de América Latina, la cual es la más agobiada por esta desmesurada problemática. Es por esto que, como ciudadanos debemos concienciarnos aún más sobre lo que debemos y podemos hacer para construir una sociedad más justa y digna. 

Referencias 

BBC News Mundo. 2021. La polémica filtración en EE.UU. que muestra que los ultrarricos apenas pagan impuestos (y no es ilegal). BBC. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-57417329

Dannemann, V. 2021. América Latina: Radiografía de la desigualdad. Deutsche Welle. Recuperado de: https://www.dw.com/es/am%C3%A9rica-latina-radiograf%C3%ADa-de-la-desigualdad/a-56306983

Hill, R., Narayan, A. 2021. Lo que la COVID-19 puede significar para la desigualdad a largo plazo en los países en desarrollo. Banco Mundial Blogs. Recuperado de: https://blogs.worldbank.org/es/voices/lo-que-la-covid-19-puede-significar-para-la-desigualdad-en-los-paises-en-desarrollo

López, L. 2021. COVID-19 y la riqueza en la cima: más multimillonarios y más ricos en ALC tras la crisis. PNUD. Recuperado de: https://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/presscenter/director-s-graph-for-thought/covid-19-and-wealth-at-the-top–more-and-wealthier-billionaires-.html

OXFAM. 2015. Privilegios que niegan derechos: Desigualdad extrema y secuestro de la democracia en América Latina y el Caribe. Editora Búho. Recuperado de: 

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