Por: Celeste Guadalupe Herrera, estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Argentina de la Empresa. 

Hace exactamente 36 años ocurría un evento que cambiaría el mundo y nos haría más conscientes de los peligros de la negligencia y la desorganización. Hoy es 26 de abril, mejor conocido como el día internacional en el que recordamos el desastre ocurrido en Chernóbil. En 2016, mediante una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas, se decretó celebrar este día a partir del año siguiente, en memoria de aquel trágico accidente que dejó a casi más de 8.4 millones de personas expuestas a la radiación (Naciones Unidas).

Para recapitular algunos de los sucesos de ese día, el accidente ocurre en la planta nuclear Chernóbil, ubicada en Pripyat, Ucrania, debido a una explosión que liberó más de 200 toneladas de material radiactivo en el aire, causando no solo la exposición de los ciudadanos a dicha radiación, sino también que esa zona -hoy conocida como zona de exclusión- quede completamente inhabitada. 

Aunque la explosión no fue intencional, si hubo una mala administración en cuanto a la planta y su mantenimiento para prever que este accidente no ocurriera. A continuación y en forma de resumen, los siguientes ítems destacan algunas de las malas prácticas realizadas en aquel momento:

  • En un primer momento, la construcción del reactor se realizó con grafito para abaratar costos, por lo que no se contaba con materiales resistentes para aguantar dicha explosión.
  • Además, la central nuclear no tenía lo que se llama recinto de contención (ósea, un espacio hermético cerrado).
  • No fue únicamente el mal diseño de la construcción lo que falló, sino que hasta los mismos operadores tenían un escaso entrenamiento y cometieron varios errores ese día.
  • Pero, la mayor equivocación fue la falta de un organismo regulador que ejecute inspecciones y evaluaciones de seguridad en la central nuclear.

A esta serie de problemas se le sumó posteriormente el intento de las autoridades soviéticas por ocultar dichos errores, lo que refuerza aún más su desatención y falta de compromiso con la situación. 

Los efectos negativos después de ocurridos los hechos fueron inmediatos. En primer lugar, se estima que hubo más de 4000 muertes a largo plazo (Organización Mundial de la Salud, 2005), muchas de ellas fueron por enfermedades a causa de la exposición a la radiación. Algunas de estas iban desde tumores malignos hasta cáncer de tiroides (principalmente en niños). 

Sumado a estos problemas, miles de personas tuvieron que huir de sus hogares por el peligro de la exposición. Asimismo, se vieron contaminadas más de 4 millones de hectáreas de bosques que no solo trajeron consecuencias medioambientales, sino también económicas, ya que estos suelos no podrán ser explotados hasta unos cuantos años más (Ipatyev). 

Las consecuencias también fueron psicológicas. El miedo y la incertidumbre, la falta de información y la desesperación hicieron que fuera difícil poder sortear esta situación de la mejor manera. «Todavía hay radiación en nuestra aldea, perdemos familiares, vivimos con dolor y estamos solos» fue el testimonio de Svieta Volochay de la Asociación vasca Chernobil Elkartea en 2019. 

Este accidente, además, tuvo un gran impacto a nivel internacional. Algunos resultados negativos fueron los grandes flujos de migración, emisiones radiactivas como el cesio y otros materiales radiactivos que el viento llevó hacía otros países, problemas económicos y políticos, etc. Empero, no todo fue malo. Dicho desastre marcó un precedente para conferencias y proyectos que serían creados más adelante, con el fin de prevenir y contener las amenazas que la radioactividad pudiera ocasionar. 

Un ejemplo de esto es la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) que redactó convenios acerca de accidentes nucleares y generó el denominado Foro de Chernóbil -en conjunto con algunos países y demás organizaciones- para evaluar la recuperación de la central. Además de este programa, en el mundo se realizaron mejoras en el diseño de los reactores para reducir riesgos.

Sin embargo, el negacionismo por parte de las autoridades que impidió una correcta organización de la central nuclear en ese momento, derivó en todas las acciones mencionadas anteriormente. La combinación de malas decisiones en conjunto con el intentar ocultar el hecho no hizo otra cosa que generar daños irreparables. 

Pese a la creación de un sarcófago que mantiene la radiactividad contenida (hoy conocido como ‘El Arca’), el peligro aún sigue ahí. Por más que la posibilidad sea mínima hoy en día, un nuevo accidente, una falla, pueden causar que ese material pueda exponerse nuevamente.

El accidente de Chernóbil no es algo desconocido o de lo que no se habla, pero si se ignora la magnitud del problema que aún no ha terminado. Sí, ese problema es la radiación. Esta es invisible y no conoce los límites de las fronteras, lo que nos demuestra que su amenaza no puede ser olvidada. 

Los científicos predicen que el lugar será seguro y habitable recién dentro de unos 20.000 años, lo que significa que aún tenemos demasiado tiempo para seguir recordando la importancia de este suceso y cómo una serie actos -que en su momento pueden considerarse pequeños- pueden desencadenar en una tragedia. 

Referencias 

La resolución 71/125 de la Asamblea General “Consecuencias que aún perduran del desastre de Chernóbyl” A/RES/71/125 (19 de diciembre de 2016). Recuperado en: https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N16/430/52/PDF/N1643052.pdf?OpenElement

Día internacional de. (s.f). Día Internacional en Recuerdo del Desastre de Chernóbyl. Recuperado de: https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-internacional-desastre-chernobyl 

Organización Mundial de la Salud. (2005, 5 de septiembre). Chernóbil: la verdadera escala del accidente [Comunicado de prensa]. URL: https://www.who.int/news/item/05-09-2005-chernobyl-the-true-scale-of-the-accident 

Ipatyev, V. (s.f). La catástrofe de Chernobyl, la contaminación radiactiva de los bosques y su rehabilitación. Recuperado de: https://www.fao.org/3/y2795s/y2795s08.htm 

Foro de la Industria Nuclear Española. (s.f). Chernóbil, ¿cómo fue el accidente?. Recuperado de: 

https://www.foronuclear.org/descubre-la-energia-nuclear/preguntas-y-respuestas/sobre-proteccion-radiologica-y-radiacion/chernobil-como-fue-el-accidente/ 

Organismo Internacional de Energía Atómica. (s.f). The 1986 Chornobyl nuclear power plant accident. Recuperado de: https://www.iaea.org/topics/chornobyl 

La Sexta. (29 de junio de 2019). El impactante testimonio de una superviviente de Chernóbil: «Todavía hay radiación, vivimos con dolor». La Sexta. Recuperado de: https://www.lasexta.com/noticias/internacional/impactante-testimonio-superviviente-chernobil-todavia-hay-radiacion-vivimos-dolor_201906295d17ab6e0cf2027aaeb8b0d5.html

Aguirre Calle, M. C. (26 de abril de 2021). Chernóbil: la vida 35 años después del peor accidente nuclear de la historia. France 24. Recuperado el 16 de abril de 2022: https://www.france24.com/es/europa/20210425-chernobil-35-anos-despues-peor-accidente-nuclear 

Organismo Internacional de Energía Atómica. (s.f). Preguntas frecuentes sobre Chernóbil. Recuperado de: https://www.iaea.org/newscenter/focus/chernobyl/faqs

Imagen: El Nuevo Sarcófago Seguro (NSS) cubre el reactor de Chernóbil desde 2018. Fuente: Efrem Lukatsky / AP.

 

Este es un artículo de opinión.

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