Ártico: Pilar de la Recuperación Rusa post-Guerra Híbrida contra Ucrania

Por Moisés Gómez López, Lic. Negocios Internacionales, Instituto Politécnico Nacional, México. Contacto: [email protected]

Cita sugerida: Gómez, M. Ártico: Pilar de la Recuperación Rusa post-Guerra Híbrida contra Ucrania [Columna de opinión]. Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. URL: https://www.ceeriglobal.org/artico-pilar-de-la-recuperacion-rusa-post-guerra-hibrida-contra-ucrania/

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Nuestro mundo vive una reconfiguración en el sistema internacional, es decir, cambios en la distribución y relocalización del poder. Durante el siglo XXI, diversos acontecimientos han provocado movimientos tectónicos en las relaciones internacionales. Uno de ellos es la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde el inicio de la “Operación Especial Militar” ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, distintos sectores de la economía rusa sufrieron un golpe por parte de occidente. Entre ellos, en lo comercial y el energético.  

De acuerdo con los datos proporcionados por un informe elaborado por la Oficina Económica y Comercial de España en Moscú, el petróleo y el gas representan el 40% de los ingresos presupuestarios que recibe el gobierno ruso [1]. Asimismo, se exporta el 60% de estos recursos, lo que representa el 10% de la producción mundial y el 5% del consumo mundial de combustibles. El mercado asiático y europeo son los destinos con mayor comercio internacional con Rusia. Según datos del Foro Económico Mundial (FEM) en 2020, el 14.5% se envía a China, seguido de Países Bajos con 7.36%, Reino Unido con 6.86%  y Alemania con 5.52% [2]

Sin embargo, desde la guerra híbrida (que combina el uso de armas convencionales con métodos no militares como los ataques financieros, ciberataques y la desinformación)  de Rusia contra Ucrania, diversos países del orbe, liderados por EE.UU. y la OTAN, prohibieron la importación del petróleo, gas natural licuado y carbón provenientes de Rusia. En 2021, la UE importaba el 83% de su gas natural. Después del conflicto, las importaciones del gas ruso representaban menos del 25% [3], compensando el desabasto con importaciones provenientes en su mayoría de EE.UU., Qatar y Nigeria, según datos del Consejo Europeo. 

Esto obligó a Rusia a diversificar sus exportaciones de hidrocarburos a otros mercados. Por un lado, China continuó importando gas natural a través del gasoducto terrestre “Power of Siberia 1” que controla la empresa Gazprom. Asimismo, en marzo de 2023, en una cumbre bilateral entre el presidente de China, Xi Jinping y Vladimir Putin, acordaron la construcción de otro gasoducto, el «Power of Siberia 2», capaz de transportar hasta 50.000 millones de metros cúbicos de gas [4]. Para 2030, el objetivo será entregar 98,000 metros cúbicos de gas y 100,000 millones de toneladas de gas natural licuado, aseveró Putin [5]. Esta acción beneficia y cubre la gran demanda de China, la principal fábrica del planeta. 

Por otro lado, Rusia comenzó a enviar hidrocarburos al tercer mayor consumidor del planeta, la India. Su rápido crecimiento poblacional e industria demandan mayores recursos energéticos. De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía, en 2021, la India consume 4.7 millones de barriles por día [6]. Para 2050, la agencia proyecta un consumo de 8.3 millones de barriles por día. Del mismo modo que con China, Gazprom planea construir un gasoducto con la India, de acuerdo al diario ruso, Nezavisimaya [7]. Este tipo de acciones complementan y refuerzan las relaciones entre Moscú y el Sur de Asia, además de reemplazar la alta demanda que Europa generaba antes de la guerra y después de los ataques al gasoducto Nord Stream II. 

Sin embargo, la construcción de nueva infraestructura como la instalada en Europa para transitar hidrocarburos toma tiempo, inversión y toda una planificación, lo que demora las utilidades que estos proyectos pueden generar. Esto en medio de una guerra contra Ucrania y la OTAN, puede generar un desgaste mayor para la economía rusa. 

Por lo que Rusia deberá utilizar todo su poder diplomático para que, a pesar del conflicto actual, pueda nuevamente suministrar gas y los derivados del petróleo a Europa del Este. A pesar de que la UE ha reemplazado el gas y petróleo ruso por otros mercados y se esfuerza por continuar la transición energética, las fuentes de energía convencional no podrán ser suplantadas en su totalidad. La necesidad de reabrir las relaciones en términos energéticos con Europa cobra sentido al mirar al ártico y la guerra, no tan silenciosa, que se lleva a cabo. Según los datos proporcionados por el Servicio Geológico de EE.UU [8]. el ártico puede contener más de 90.000 millones de barriles de petróleo y 1.670 billones de metros cúbicos de gas natural. 

Es en este sector en el que Rusia puede sacar ventaja, no solo por poseer la mayor parte del territorio, sino por las bases tanto científicas como militares instaladas, tanto para exploración como para la explotación de gas y petróleo. Su ardua construcción de rompehielos, muchos de ellos nucleares, le permiten explorar con mayor frecuencia el comportamiento del hielo en distintas etapas del año y trazar nuevas rutas comerciales hacia el norte de Europa. De acuerdo a la investigadora, Amanda Lynch de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, las rutas comerciales en el ártico podrían reducir entre un 30% y un 50% el tiempo de tránsito en comparación al Canal de Suez y el Canal de Panamá [9], con un tiempo de tránsito estimado entre 14 y 20 días menos.

Empresas como Gazprom, Rosneft, Zarubezhneft, de origen ruso, trabajan de forma continua en el ártico para abastecer su producción y exportar a nuevos mercados. Por lo que, Rusia debe no solo diversificar su mercado energético para continuar incrementando sus ingresos económicos, los cuales requiere después de una guerra tan larga, sino hacer el uso de la diplomacia para reactivar las relaciones con Europa, a pesar del conflicto actual. Es benéfico para Europa y es benéfico para Rusia, de lo contrario, Europa no podrá solventar a largo plazo su alta demanda de energía a bajos costos y Rusia podría entrar en una gran crisis económica al ser tan dependiente de los ingresos por hidrocarburos. 

2024-02-26T11:00:05-03:00

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