Por Carolina Acosta, estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Cita sugerida: Acosta, C. (18 de marzo del 2023). Transición energética y tecnología nuclear: posicionamiento argentino frente a los cambios en las alianzas geopolíticas globales [Columna de opinión]. Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales. URL: https://www.ceeriglobal.org/transicion-energetica-y-tecnologia-nuclear-posicionamiento-argentino-frente-a-los-cambios-en-las-alianzas-geopoliticas-globales/

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El resurgimiento de la opción nuclear: el rol de los SMR

La opción nuclear ha resurgido globalmente como factor clave en el marco de la transición energética, el cumplimiento de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) referidos a energía y acción climática, y la necesidad de resolver el abastecimiento energético tras la crisis del COVID-19 y el conflicto bélico en Ucrania. A su vez, su desarrollo tecnológico se enmarca en la competencia hegemónica entre Estados Unidos (junto a sus aliados atlánticos) de una parte, y China y Rusia de otra. En este marco, se reconfiguran las alianzas globales por las cuales Occidente (a través, por ejemplo, de la asociación AUKUS, creada en 2021, o la Alianza Industrial para los SMR –Small Modular Reactors– de 2024) busca contrarrestar el liderazgo chino y ruso en la transición energética. De este modo, resulta fundamental indagar cómo este contexto afecta a la región latinoamericana, en general, y, particularmente, cómo se posiciona la política nuclear argentina, teniendo en cuenta los cambios gubernamentales sucedidos en el país.   

En este marco, se atiende al carácter dual de la tecnología nuclear y se tiene en cuenta su histórica importancia para las relaciones de poder entre naciones. Asimismo, se contempla su relevancia creciente en la transición hacia una matriz energética limpia, evidenciada en acuerdos internacionales como la COP28.

Esto queda ilustrado, por ejemplo, en la emergencia de los mencionados SMR, según una nota publicada por la OIEA, (Organismo Internacional de Energía Atómica) en la cual se menciona que “[i]nstituciones públicas y privadas están participando activamente en los esfuerzos encaminados a hacer prosperar la tecnología de los SMR en esta década, con más de 70 diseños comerciales en producción”. Según señala el portal  NUNCET, el liderazgo de este mercado se encuentra en disputa,  lo cual se refleja en iniciativas como la reciente creación de la Alianza Industrial dedicada a los SMR en la Unión Europea, lo que puede entenderse como un intento por evitar que China y Rusia lideren este mercado. Otro ejemplo es la asociación AUKUS, entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, que también busca contrarrestar a una China cada vez más poderosa en el sector nuclear, como analiza Ellie Perot, Investigador de la Vrije Universiteit Brussel (VUB)

El impacto en la región latinoamericana

Estos cambios en las alianzas geopolíticas, da lugar a preguntarse ¿cuál es el rol asignado por las grandes potencias a la región latinoamericana en la materia? ¿Sus alianzas significan mayores oportunidades o restricciones para el desarrollo atómico latinoamericano? En este sentido, el desarrollo nuclear de la región se concentra en Argentina, Brasil y México. En Latinoamérica la tecnología nuclear fue históricamente interpretada como una oportunidad para contrarrestar el rol de proveedores de bienes primarios; pero el intento de avanzar sobre estas tecnologías –cuyos mercados son de interés de las grandes potencias– los ha vuelto blanco de estrategias de diplomacia, obstaculización y bloqueo de países centrales

El sueño de una Argentina nuclear: ¿es posible?

En el caso de Argentina, país con una larga trayectoria en el área, su política nuclear debe analizarse desde la situación de la misma, tanto en su desarrollo interno como en sus vinculaciones y posicionamientos internacionales.

Gustavo Barbarán, en su tesis de maestria,  explica que la política nuclear es principalmente una política científico-tecnológica; pero, que también está vinculada al entramado industrial, al ámbito energético y al accionar exterior de un Estado. De hecho, la actitud del país frente a las configuraciones internacionales es la que termina por definir su política nuclear. 

Respecto a la política nuclear argentina, Diego Hurtado resalta  la excepcionalidad de esta trayectoria: en un contexto de alta inestabilidad, ha sabido coordinar procesos incrementales de aprendizaje y acumulación de capacidades, expandir un entorno institucional-empresarial de creciente densidad y producir efectos multiplicadores en otros ámbitos. Para el autor, su rasgo crucial es “el componente robusto de política exterior que supo resistir presiones externas y defender los logros tecnológicos en foros internacionales y en instancias bilaterales”, asignando “un lugar central a la colaboración regional”

Como se mencionó, Argentina posee una sólida trayectoria nuclear de orientación pacífica. En el plano interno, posee dos proyectos centrales: el CAREM y el RA-10, con futuras posibilidades de exportación. Además, mantiene negociaciones con China para la instalación de centrales nucleares y participa activamente en foros y organismos internacionales.

Así, resulta interesante examinar los primeros pasos de la gestión de Javier Milei, presidente de la Argentina, desde fines de 2023: ¿Se presentan continuidades o rupturas con el gobierno anterior? En definitiva, ¿está preparado el sector nuclear argentino para beneficiarse del resurgimiento de la opción nuclear como medio para lograr la transición energética?

De la gestión de Javier Milei, se destaca, por un lado, la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y las intenciones de privatización en el sector nuclear presentadas en la  llamada “Ley Ómnibus”, según la cual en una primera instancia, el poder ejecutivo planteó privatizar Nucleoeléctrica Argentina S.A, la empresa que administra Embalse, Atucha I y Atucha II y Dioxitek S.A, encargada de generar insumos utilizados en la salud y en el sistema eléctrico nacional; pero, finalmente, se negoció excluirlas del esquema de privatización No obstante, valga señalar, la mencionada ley no fue aprobada.

Pareciera, en conclusión, que durante este mandato presidencial, va a resaltar la falta de una política nuclear y una estratégica internacional consolidada que tenga como objetivo estratégico el desarrollo de la industria nuclear, atendiendo a la reconfiguración de alianzas, que podría ser beneficiosa para países semi-periféricos como la Argentina, que necesitan diversificar su oferta de productos para la exportación con el fin de  superar la dinámica centro-periferia y comercializar productos con mayor valor agregado.