Observatorio de Política Internacional (OPI-CEERI)

Por Camila Salami, estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Contacto: [email protected]

Cita sugerida: Salami, C. (09 de febrero, 2024). Administración Biden y su enfoque hacia América Latina y el Caribe. Observatorio de Política Internacional [Análisis de Política Internacional]. Centro de estudios estratégicos de Relaciones Internacionales. URL: https://www.ceeriglobal.org/el-enfoque-de-la-administracion-biden-hacia-america-latina-y-el-caribe/

Palabras clave: Estados Unidos, política exterior, América Latina, competencia estratégica.

VER ARTÍCULO COMPLETO (PDF)

Introducción

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que Estados Unidos está de vuelta (“América is back”). A diferencia de la presidencia de Donald Trump, la cual se caracterizó por un enfoque bastante conservador, la administración Biden ha cambiado la política exterior y ha  tomado a la región de América Latina como un punto a tener en cuenta. El presente artículo ahonda en las diferentes características de la administración Biden y de Donald Trump respecto a sus enfoques hacia América Latina y el Caribe. Entre los temas que se utilizarán para comparar se destacan los factores internacionales, la competencia estratégica con China y las cuestiones socioeconómicas como factores que intervienen en el enfoque estadounidense en América Latina y el Caribe.

Contexto internacional

Desde el final de  la primera presidencia de Barack Obama, un factor importante en la política exterior de Estados Unidos ha sido la competencia estratégica con China. El expresidente lanzó una política de contención hacia China denominada el “Pivote hacia Asia”.. Este último consistió en una estrategia diplomática, económica y militar que tenía como objetivo garantizar la supremacía estadounidense en la región Asia-Pacifico. En el ámbito económico, el pivote hacia Asia busca fortalecer los lazos comerciales y de inversión entre Estados Unidos y los países de la región, firmando acuerdos de libre comercio con países de la región como Corea del Sur, Japón y Singapur. Por otro lado, en el ámbito militar, se buscó reforzar la presencia militar estadounidense en la región, para esto, el gobierno estadounidense ha aumentado el número de tropas desplegadas en el Pacifico, construyendo nuevas bases militares.

También se debe tener en cuenta el impulso hacia la negociación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), el cual tenía por objetivo reunir a 12 países a ambos lados de la Costa Pacífica.

La administración Obama es tomada como punto de referencia para contrastar  las medidas llevadas adelante por el gobierno de Donald Trump en términos de política exterior y en cuestiones ideológicas. Con la llegada de Donald J. Trump a la presidencia, en 2016, comenzó a aplicarse una política conservadora hacia los acuerdos megarregionales que implicó un aislamiento de los Estados Unidos. De tal modo, se retiró del TPP y la política del “Pivote hacia Asia” se volvió cada vez más agresiva, implicando una contención hacia China. 

Por su parte, el cambio disruptivo de la administración de Joe Biden implica una ofensiva diplomática acompañada del eslogan “Estados Unidos está de vuelta” (“America is Back”), la cual tiene el objetivo de restablecer la confianza del gobierno de Estados Unidos en términos de relaciones exteriores. De todas formas, Biden ha recalcado que la competencia con China sigue siendo un punto de referencia y que está presente en la política actual del país.

En términos económicos, debemos tener en cuenta el aceleramiento del reshoring, es decir, el proceso por el cual las empresas vuelven a traer la producción y fabricación de bienes a su país original. Este proceso ha sido facilitado por  los avances tecnológicos como la robotización, que hacen que sea nuevamente más económico producir en el país de origen que pagar mano de obra “barata” en un Estado remoto (Galliano, 2020). También debemos hablar del nearshoring, lo cual implica tener más cerca los amigos/socios y que no devuelve la producción al país de origen, sino que la traslada a países geográficamente más cercanos o estables. 

En términos comerciales, cabe mencionar el impacto de la pandemia, lo cual implicó fragilidad en las cadenas de suministros. Los límites de la interdependencia comercial en clave neoliberal también se han manifestado en la emergencia de los nacionalismos epidemiológicos (Sanahuja, 2020) y han mostrado la necesidad de construir una autosuficiencia médica-sanitaria (Castro Alegría y Nolte, 2023). Esto fue clave durante la administración Trump cuando hubo medidas restrictivas en cuanto a la política sanitaria del país, lo cual no ocurrió precisamente de esta manera en la administración Biden. Debemos destacar que Donald Trump no consideraba a la COVID19 como un virus real, por lo tanto restringió la cadena de suministros y cortó lazos comerciales con distintos países por su propia política restrictiva. En cambio, con Joe Biden en el gobierno, la política estadounidense en términos comerciales y, más precisamente, en torno a la pandemia, fue más abierta en materia de salud.

Para determinar lo que implica la “amenaza china” para Estados Unidos, no solo hay que entender el discurso de peligro en torno a las cuestiones económico-militares, sino como un discurso basado en una amenaza a la identidad del país, pronunciado por elites políticas de Estados Unidos y la construcción de un antagonismo en términos políticos.

La política estadounidense hacia América Latina y el Caribe

Debe remarcarse el impacto que genera la competencia entre Estados Unidos y China en la política de Washington hacia América Latina. Al hablar de la administración Trump, cabe destacar las enmiendas al Strategic Competition Act de 2021, que comenzó a buscar más ayudas destinadas a África y a América Latina, con el fin de contrarrestar el apoyo comercial y financiero de China. 

Uno de los puntos clave durante el gobierno de Trump fue el de fortalecer el rol de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés), para de esta manera hacer frente al peligro de la inversión económica por parte de China en la región a través del Banco de Desarrollo de China (CDB, por sus siglas en inglés). Frente a esto, lanzó un plan que se denominó “Crecimiento en las Américas” (Grow in the Americas), que buscaba la inversión por parte del sector privado estadounidense en proyectos de infraestructura y energía en América Latina.  Por otro lado, durante la administración de Biden, en términos de política exterior se nota un cambio en cuanto a acuerdos internacionales, a la política hacia América Latina y, a su vez, frente a la preocupación en materia de salud. Un ejemplo fue la distribución de  las vacunas contra la COVID19 y de suministros médicos, lo cual estuvo bloqueado durante el gobierno de Trump 

En 2021, cuando ya se encontraba Joe Biden a la cabeza del gobierno de Estados Unidos, se comenzaron a incrementar las exportaciones y donaciones hacia América Latina y el Caribe. Para fines del 2021, Estados Unidos había donado 53 millones de dosis de vacunas a la región, la Unión Europea (UE) donó 11,5 millones y China 5 millones. La confianza en Estados Unidos se recuperó de su rápida caída al 39%, durante la administración de Trump, subiendo un 57% durante el gobierno de Biden, lo cual la ubica casi en los niveles de la era Obama (Nolte, 2022). 

Podemos recalcar que el cambio de administración sirvió para recuperar la confianza perdida durante el gobierno de Trump, si bien la pandemia fue un punto a tener en cuenta, también se debe recalcar el discurso xenófobo y discriminatorio, en especial, con insultos hacia las mujeres y hacia miembros del colectivo LGBTQI+, lo cual generó cierto nivel de desconfianza internacional por parte de la poblacion, en especial hacia aquellos paises que apoyan las politicas de genero como por ejemplo Argentina.. A su vez se puede agregar el aislacionismo internacional ejercido por parte de Trump, se alejó de negociaciones comerciales y no llevó adelante estrategias de cooperación con otros países.

Dejando atrás lo anterior, y ahora si viendo la política de Joe Biden hacia América Latina y el Caribe, se observa que  que además del Strategic Competition Act, se oficializó en 2023 el lanzamiento de una Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP, por sus siglas en inglés). El rol de la APEP es promover la cooperación regional para lograr un crecimiento económico más inclusivo y equitativo en las Américas. La asociación busca crear oportunidades para todos los ciudadanos del hemisferio occidental, independientemente de su origen o condición social. La APEP, en conjunto con Estados Unidos, la integrarán en un primer momento Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay. Estados Unidos ya posee tratados de libre comercio con la mayoría de los países nombrados, exceptuando Ecuador, Barbados y Uruguay

Vínculos en la región 

El fin de la Guerra Fría significó el fin de una política homogénea hacia la región, por lo que el interés en ella disminuyó. América Central y el Caribe constituyen los focos geográficos más importantes para Estados Unidos en temas específicos como migraciones, comercio y narcotráfico. 

Por un lado,  se observa  el ascenso de China como un factor a tener en cuenta, así como también la preocupación por el Indo-Pacifico, sumado a la invasión rusa en Ucrania de 2022. En lo que respecta a la Administracion Trump, solo tuvo vínculos con otros gobiernos de extrema derecha, como el de Jair Bolsonaro, en Brasil, y Nayib Bukele, en El Salvador, con quienes tenía más afinidad ideológica y compartía un estilo de gobierno similar. 

Esto llevó a un aislamiento global en torno a las relaciones diplomáticas y a un estancamiento en materia política. Sin embargo, la llegada de Biden estuvo marcada por cambios políticos en la región, con el arribo de mandatarios de “izquierda”, los cuales tuvieron lugar en Argentina (2019), Bolivia (2020), México (2018) Perú (2021), Honduras (2022), Colombia (2022), Chile (2022) y Brasil (2023). En 2022, el secretario de Estado, Antony Bilinken visitó Colombia y Chile, caracterizados por estar gobernados por presidentes progresistas. Ahora bien, respecto a México, el objetivo de Biden al principio de su administración consistió en desarticular la política de inmigración del gobierno Trump hacia el país por medio de la suspensión de la construcción del muro que separa Estados Unidos de México, así como también incrementó el cupo anual de refugiados. Sin embargo, en 2023 Biden cambió de posición, retomando la construcción del muro que divide a México de Estados Unidos.

También en cuanto a política exterior, se debe tener en cuenta el rol ocupado por Colombia, continuó siendo un país aliado durante la administración Biden, a partir de diversas reuniones, lo que permitió llevar a Estados Unidos a apoyar a Colombia en su programa de paz total. Durante la visita del secretario de Estado, Blinken, se ratificó el apoyo de Estados Unidos al capítulo étnico del programa de paz total de 2016 y se convirtió en el primer acompañante internacional. Biden se ha mostrado dispuesto a respaldar la política de la “Paz Total”, la cual consiste en negociar con otras guerrillas y grupos armados ilegales.

Venezuela, ¿socio o enemigo? 

A raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, surgió una preocupación por parte del presidente Biden en torno al disparo del precio de los combustibles. Por lo tanto, Biden comenzó a incrementar sus visitas y a mostrarse más próximo hacia el gobierno venezolano. Un ejemplo fue la licencia otorgada por parte del Departamento de Tesoro de Estados Unidos para que la multinacional estadounidense Chevron opere en Venezuela por 6 meses (Castro, 2023). Sin embargo, se impide el pago de impuestos al gobierno venezolano, para evitar que ese dinero llegue al presidente Maduro. Entonces, vale la pena indagar ¿cómo es considerada Venezuela por parte de Estados Unidos? La respuesta no es sencilla, si bien Biden busca un acercamiento en términos comerciales, también busca reducir la imagen heredada de Donald Trump en torno a cuestiones ideológicas y políticas. También, debe tenerse en cuenta el recurso estratégico, en este caso, el petróleo, el cual tiene un alto precio debido al contexto internacional. Por lo tanto, el poseer buenas relaciones diplomáticas con Venezuela, que es un país rico en este recurso, resultaría beneficioso para la administración Biden y a su vez otorgaría un acercamiento en términos políticos

La situación en Cuba

Un momento a tener en cuenta es la Cumbre de las Américas de 2022, donde Estados Unidos no invitó a Venezuela, Cuba ni a Nicaragua. Por lo tanto, se puede notar un cierto retroceso en la política del actual presidente Biden. De todas formas, cabe destacar los cambios de la administración Biden hacia Cuba. Por ejemplo, el envío de 2 millones de dólares a las víctimas afectadas por el huracán Ian (2022)  junto con el levantamiento de los límites a las remesas y volviendo a instalarse un programa que permite a la población cubana que actualmente vive en Estados Unidos a traer a miembros de su familia al país. Sin embargo, Cuba aún se encuentra en una grave situación social y económica, principalmente, luego de la pandemia del COVID-19 y de la era Trump con la estrategia de “máxima presión”. 

Conclusión

Para finalizar debemos contrastar la diferencia de la administración Trump respecto a la administración Biden. Como ya se dijo el enfoque de Donald Trump fue conservador en términos comerciales, diplomáticos, e internacionales. Cabe destacar de esta manera la diferencia respecto a Biden, quien abrió el comercio internacional, y procuró recuperar la confianza perdida por parte del gobierno anterior. Es así como Biden busca constantemente cambiar la vertiente xenófoba y racista de Donald Trump.

La política del presidente actual busca generar apertura y crear vínculos en otras regiones como en América Latina y el Caribe. Pero tampoco podemos olvidarnos de la importancia que genera el rol de China hacia la región y la capacidad de inversión de Estados Unidos, teniendo en cuenta la crisis del sistema internacional actual.

Referencias

Castro, R. (2023) ¿Todos los caminos conducen a Pekín? La política de Joe Biden hacia América Latina y el Caribe. Fundación Carolina.

Castro Alegria, R. y Nolte, D. (2023). El Covid-19 y la crisis del regionalismo latinoamericano: lecciones que pueden ser aprendidas y sus limitaciones. Relaciones internacionales. Pg. 135-152

Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales (CEERI). (2023). Observatorio de Política Internacional. Informe N°2. URL https://www.ceeriglobal.org/opi/

Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales (CEERI). (2023). Observatorio de Política Internacional. Informe N°11. URL https://www.ceeriglobal.org/opi/

Galliano, A. (2020). ¿Por qué el capitalismo puede soñar y nosotros no?: Breve manual de las ideas de izquierda para pensar el futuro. Siglo XXI Editores

Nolte, D. (2022). Relativicemos el éxito de la ‘diplomacia de las vacunas chinas. Latinoamérica 21.

Sanahuja, J. A. y López Burian, C. (2020). The new Latin American neo-patriotic far-right: reactionary internationalism and its challenge to the international liberal order. Conjuntura Austral. Pg. 22-34

Las opiniones y contenido no reflejan o representan necesariamente la postura del CEERI como institución.