Por: Nicolás Álvarez y Josefina Morris.

Desde hace más de diez días, la selva del Amazonas está sufriendo de los peores y más devastadores incendios en su historia. Según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales de Brasil (INPE), en lo que va del año 2019, ya se superó en un 83% a la cantidad de incendios de 2018 en el mismo periodo. Dicha catástrofe está obligando a ciertas zonas de Brasil a entrar en una alerta ambiental debido a las enfermedades respiratorias que está provocando la humareda.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el Ministerio de Medio Ambiente culpan a la temporada de sequías de ser la causante de los eventos, sin embargo, existen organizaciones defensoras que tienen otras opiniones al respecto.

Según el INPE desde que Bolsonaro asumió la presidencia, la deforestación amazónica realizada en forma ilegal aumentó en un 49%, dichas prácticas se realizan con el fin de aumentar la producción agrícola y ganadera. Sin embargo, el presidente de Brasil negó las acusaciones y echó a Ricardo Galvao, titular de dicho instituto y muy respetado científico.

El Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (IPAM) anunció que el número de focos tan altos de calor tiene relación con la deforestación más que con la sequía. Por otro lado, la coordinadora del movimiento internacional “Extintion Revelion”, Flavia Broffoni, plantea que esta cadena de incendios nos está conduciendo a un “escenario apocalíptico” y acortando el tiempo que la humanidad tiene para la producción de energías renovables, la coordinadora del movimiento incluso llegó a comparar los incendios con la catástrofe nuclear de Chernobyl de 1986.

Distintos movimientos y organizaciones por la defensa del medio ambiente, planearon realizar convocatorias a las afueras de las embajadas de Brasil en distintas regiones, entre ellas Argentina.

Numerosa cantidad de países solían ayudar económicamente al mantenimiento y cuidado de la zona amazónica, sin embargo, muchos de ellos han dejado de destinar recursos a esta causa debido a las nuevas políticas del Gobierno brasileño. Jair Bolsonaro, por su parte, dijo que los incendios son causados por distintas ONGs, sin especificar cuáles, que buscan dañar la imagen de su Gobierno.

La red de incendios está afectando igualmente a aquellos países en los alrededores. En el caso de Bolivia, la región de Santa Cruz se ve como la más afectada del país, hace más de 3 semanas las llamas llegaron a consumir más de 600.000 hectáreas de bosque. Si bien la principal causa de este incendio es por la quema de pastizales, el problema se encuentra en el ambiente que se está generando por el Amazonas. El secretario general de la Gobernación de la provincia de Santa Cruz, Roly Aguilera, le pidió al presidente boliviano, Evo Morales, que considere aceptar cualquier tipo de ayuda internacional. El presidente escuchó este pedido y anunció este domingo que está dispuesto a recibir cualquier tipo de ayuda internacional para poder extinguir los incendios de las zonas Chiquitania, también comunicó su decisión de suspender temporalmente su campaña electoral en lo que dure la emergencia. El gobierno boliviano se encuentra en la movilización de 1.500 soldados, 500 policías y bomberos, 6 helicópteros y 5 aviones cisterna.

“A medida que aumenta la cantidad de incendios, también lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero; aumentando la temperatura general del planeta, y los fenómenos climáticos extremos como lo son las intensas sequías”, indicó la ONG ambientalista Greenpeace. A su vez, la deforestación contribuye a un cambio en las lluvias de las regiones afectadas, por lo tanto, la temporada de sequía se extiende.

Otros de los países que se ven afectados son Perú y Paraguay. En cuanto a este último, la frontera que comparte con Bolivia también se ve afectada por el fuego. Aunque no se registraron daños de mayor magnitud, las llamas avanzan a gran velocidad por el territorio. El titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Joaquín Roa, dio a conocer su plan de instalar una base de logística en Asunción para colaborar a frenar los incendios en la frontera, además de preparar un equipo de especialistas forestales en las ciudades de Fuerte Olimpo y Bahía Negra. En el Senado de Paraguay se aprobó el jueves el estado de emergencia de la zona del humedal Pantanal, donde se encuentra una importante parte de la flora y fauna del país y habitan grupos del pueblo indígena Yshyr.

A Perú todavía no han llegado los primeros incendios, pero el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) afirma que se ha decretado alerta en la zona fronteriza con Brasil, enviando así a más de 200 bomberos forestales para monitorear el estado de emergencia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, animo a los integrantes G7 a colaborar con la extinción de los incendios ya que esta es una urgencia de índole internacional que traerá consecuencias globales. “Nuestra casa se quema. La Amazonia, pulmón de nuestro planeta que produce el 20% del oxígeno mundial, está en llamas. Es una crisis mundial”, dijo Macron.

 

Causas

Los incendios en Brasil son frecuentes en las temporadas de sequías, sin embargo, es muy común que sean originados con el objetivo para hacer áreas aptas para la cría de ganado. Si bien la estación seca favorece las condiciones para la propagación del fuego, los agricultores y campesinos son los que utilizan las llamas como método para despejar las áreas que primero talan, y que luego son destinadas para la agricultura.

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, sostiene que “los incidentes se deben al clima seco y el calor”. No obstante, Paulo Moutinho, investigador del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), el gran aumento de los incendios en esta región se debe mayoritariamente al avance de la deforestación y no a la época de sequías.

La organización Amnistía Internacional, acusa al presidente Bolsonaro y a su Gobierno de ser los responsables de la red de incendios. El Secretario General de dicha organización, Kumi Naidoo, asegura que el gobierno debe cambiar sus políticas desastrosas de querer abrir las selvas para la destrucción, o de lo contrario el camino a la crisis ambiental actual continuará.

 

Consecuencias

El esparcimiento del humo generado por los numerosos incendios actualmente ha llegado a Bolivia, Perú, Paraguay y el norte de Argentina, fomentando así el clima seco y expandiendo las llamas hacia estos lugares. Se estima que, para la última semana de agosto, el humo llegará a Buenos Aires.

Además de las pérdidas de vegetación y de especies, y de las comunidades afectadas, los incendios podrían incidir en problemas energéticos y de suministro de agua en diferentes partes de Sudamérica. Esto se debe a que los ciclos de agua y las precipitaciones se rompen lentamente, lo cual amenaza con sequías en los ríos de la cuenca amazónica y la cuenca del Plata. Es importante resaltar que esta región aporta entre el 17% y el 21% de agua dulce del planeta.

Activistas y organizaciones ambientales como el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), advierten que, si el Amazonas llega a un punto sin retorno, la selva podría convertirse en una sabana seca. Además de ser una gran fuente de agua, la Amazonía aporta un 20% del oxígeno del mundo, por lo tanto, si se llega a la situación mencionada, en lugar de ser una fuente de oxígeno, podría comenzar a emitir carbono el cual es el principal impulsor del cambio climático.

Esta catástrofe amenaza de igual manera la realización del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. El presidente del consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, mencionó que sería difícil el llegar a un acuerdo o negociación si el Gobierno de Brasil no logra apaciguar los incendios. Jean Asselborn, canciller de Luxemburgo, aseguró que dejaría de participar temporalmente en la creación de acuerdos con el Mercosur ante el poco interés por parte de Brasil por respetar el acuerdo de París de 2015 sobre el cuidado del medio ambiente.

A pesar del interés del presidente francés (y los demás miembros del G7) por brindar su colaboración a la causa, Bolsonaro declaró que antes de aceptar cualquier tipo de ayuda proveniente de dicho país europeo, Macron debía retirar sus supuestos insultos y acusaciones a Bolsonaro de no aceptar sus compromisos ambientales. Antes de ello, el jefe de Gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, rechazó los fondos ofrecidos por los países de Canadá, Italia, Japón, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia, y les aconsejo que utilicen esos recursos para la reforestación de Europa.

Hasta el día de la fecha aún se despliegan operativos militares por parte de los sectores afectados y también de aquellos países y organizaciones que brindan su ayuda por el bienestar del ecosistema. Sin embargo, existen diversos actores que están dificultando el proceso de cooperación internacional y aprovechando el conflicto para sus intereses personales y comerciales. Mientras más tarden los líderes del mundo en resolver el conflicto, más severas serán las consecuencias ambientales y más se expandirán los incendios, como fue el caso de la llegada del humo proveniente del Amazonas a regiones de Argentina y Uruguay.

 

Fuentes: BBC Internacional, La Vanguardia Internacional, Infobae, El comercio, El País Internacional, Amnistía Internacional.